Conforme a las declaraciones del jueves del portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, el mandatario ruso y los miembros permanentes del Consejo de Seguridad nacional de ese país, tras intercambiar opiniones sobre la situación en Venezuela, calificaron de preocupantes los esfuerzos de ciertos países para intervenir en los asuntos internos del país sudamericano.
El mandatario ruso y los miembros permanentes del Consejo de Seguridad nacional “manifestaron su extrema preocupación ante el hecho de que varios países siguen declarando abiertamente su intención de inmiscuirse en los asuntos de Venezuela, lo que no deja a esta nación soberana superar problemas políticos internos”, parafraseó el portavoz ruso.
Peskov insistió, asimismo, en que solo la nación venezolana puede decidir sobre su futuro.
Por otro lado, en respuesta a las declaraciones del mandatario estadounidense, Donald Trump, en las que se pedía a Rusia retirar a sus militares de Venezuela, Peskov señaló que nadie le dice a Estados Unidos cómo debe llevar su política exterior y Rusia espera lo mismo en nombre del “respeto mutuo”.
El mandatario ruso y los miembros permanentes del Consejo de Seguridad nacional “manifestaron su extrema preocupación ante el hecho de que varios países siguen declarando abiertamente su intención de inmiscuirse en los asuntos de Venezuela, lo que no deja a esta nación soberana superar problemas políticos internos”, parafrasea el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
El inquilino de la Casa Blanca cargó contra Moscú y Caracas tras la llegada a Venezuela el pasado sábado de dos aviones rusos con 99 soldados a bordo y 35 toneladas de cargamento. Aseguró que hará lo imposible para echar a Rusia de Venezuela y lograr la salida del poder del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
En respuesta, Moscú le ha aconsejado a Trump que, “antes de sugerirle a alguien irse de Venezuela”, cumpla con su promesa de retirar a las tropas estadounidenses de Siria. También ha advertido a Washington de que no se implique en los “intereses legítimos” de otros Estados.
Sin embargo, perseverando en su postura intervencionista, EE.UU. acusa a Moscú de agravar las tensiones en Venezuela con su presencia militar en ese país y advierte que Washington no permanecerá “de brazos cruzados”.
Caracas recuerda al respecto que la presencia de los militares rusos tiene el visto bueno del Gobierno venezolano y se encuentra bajo el marco de sus acuerdos militares.
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