Kremlin vuelve a acusar a la administración de Joe Biden de impedir que la guerra en Ucrania termine. Así afirmó el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, tras ser preguntado por periodistas acerca del lanzamiento de misiles de crucero de largo alcance contra objetivos rusos por parte de fuerzas ucranianas, pues EE.UU. autorizó la semana pasada a Kiev a usarlas contra el territorio ruso.
Peskov aseguró que Rusia hace todo lo posible para evitar un conflicto nuclear. Instó a los demás Estados nucleares a actuar en consecuencia y a abstenerse de incurrir en acciones provocadoras. Al mismo tiempo, la portavoz de la cancillería rusa alertó sobre las consecuencias de una nueva base de defensa contra misiles balísticos de Estados Unidos en el norte de Polonia.
Zajarova calificó el establecimiento de dicha base como otro movimiento descaradamente provocador, y lo calificó como parte de una serie de acciones profundamente desestabilizadoras por parte de los estadounidenses y sus aliados del Atlántico Norte en la esfera estratégica. La diplomática rusa consideró que tales medidas militares, políticas y técnico-militares son destinadas a proyectar el poder estadounidense a miles de kilómetros de su propio territorio para ejercer presión sobre Rusia y otras potencias nucleares. Alertó sobre el aumento del nivel general de peligro nuclear.
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