El enorme submarino Dmitry Donskoy, de la clase Typhoon, abandonará próximamente el mar Blanco y pasará cerca de Noruega y Dinamarca para llegar a lo que los funcionarios rusos llaman ‘la piscina’ de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), según indicó el jueves el diario británico Daily Mail.
Está programado que el submarino, uno de los más temidos de la época de la Guerra Fría, participe en un desfile en San Petersburgo, pero sobre todo, según el diario, servir como un recordatorio escalofriante para el resto del mundo sobre las proezas nucleares de Rusia.
El gigantesco submarino puede permanecer sumergido por períodos de hasta 120 días y está equipado con seis tubos de torpedo. Su diseño aumenta en gran medida sus posibilidades de supervivencia y es lo suficientemente espacioso como para mantener a bordo a una tripulación de 160 personas.
Mientras que las tensiones entre Rusia y los países pertenecientes a la OTAN no parecen decrecer, los servicios de inteligencia lituanos advirtieron recientemente de que Rusia tiene la capacidad militar necesaria para lanzar sorpresivos ataques contra los Estados bálticos en casi 24 horas.
snr/ncl/mjs/hnb