“Lo que está sucediendo hoy en Afganistán confirma lo que siempre hemos dicho y decimos que no se puede confiar en los estadounidenses”, subrayó el domingo el jefe del movimiento iraquí Al-Sadequn, ala política de Asaib Ahl al-Haq, Adnan Fihan al-Dalimi, en Twitter.
A pesar de que Estados Unidos derrocó a los talibanes en 2001, en el poder desde 1994, y durante 20 años estaba en Afganistán, supuestamente, para brindar entrenamiento y preparación a las Fuerzas Armadas afganas para evitar un reforzamiento del grupo armado Talibán, el resultado ha sido desastroso, aseveró el líder de Al-Sadequn, mencionando la huida de las tropas locales, el desplazamiento de millones de civiles y el regreso de los talibanes.
La misma jornada, luego de que Talibán conquistara casi todo el país, entró en Kabul (la capital) sin ninguna resistencia de las fuerzas militares y tras la huida del presidente Ashraf Qani hacia Tayikistán y luego a Uzbekistán, de acuerdo con algunos informes.
Tras dos décadas de la presencia de las tropas estadounidenses y del gasto de unos 830 000 millones de dólares para “establecer la paz” y deponer a los talibanes en Afganistán, los talibanes han llegado a Kabul, equipados con vehículos blindados y otros equipos de EE.UU., según informa la cadena norteamericana CBS News.
La reactivación del grupo Talibán, en paralelo con la retirada de las fuerzas de EE.UU. de Afganistán, para algunos observadores no es mera coincidencia. De hecho, dicen que Washington, cuya presencia en Afganistán causó un inmenso sufrimiento al pueblo afgano, ha reforzado a los insurgentes para encontrar una justificación a futuras misiones por sus intereses en el país asiático.
Al-Hashad Al-Shabi, única opción para evitar el engaño de EE.UU.
Además, Al-Dalimi exigió a la nación iraquí que proteja y defienda las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) como la única opción para evitar cualquier engaño de Estados Unidos. En este sentido, advirtió de que Washington podría tramar complots en el país árabe y entregar nuevamente Irak a los remanentes del extinto partido Baas, liderado por el exdictador iraquí Sadam Husein.
En este sentido, el comandante de la brigada 39 de las Al-Hashad Al-Shabi, Ali al-Musavi, aseguró en julio que el movimiento no permitirá que EE.UU. convirtiese las zonas fronterizas iraquíes “en centros para preparar terroristas o desestabilizar la seguridad del país”.
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