• El primer ministro israelí, Naftali Bennett, (dcha.) en una reunión semanal de su gabinete. (Foto: Reuters)
Publicada: viernes, 3 de diciembre de 2021 11:22

Desesperado ante la postura firme de Irán en Viena, Israel se esfuerza a máximo por influir en los diálogos ya sea mediante acusaciones o presiones al Occidente.

Desde hace semanas, el régimen de Israel ha arrancado una campaña de mentiras para socavar los esfuerzos en curso en Viena, capital de Austria, destinadas a la eliminación de las sanciones antiraníes a fin de revivir el acuerdo nuclear, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), alcanzado en 2015 entre la República Islámica y el G5+1, integrado entonces por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania.

El último fue un informe de la inteligencia israelí que acusaba a Irán de estar realizando los preparatorios para enriquecer uranio con una pureza del 90 por ciento dentro de las próximas semanas, una alegación que recibió el rechazo del director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Rafael Grossi, quien dejó claro que la Agencia es el único órgano que supervisa las actividades nucleares de Irán, por lo que puede confirmar que allí no se realiza ninguna actividad relacionada al enriquecimiento de uranio al 90 %.

En otra ridícula y extraña afirmación, el primer ministro israelí, Naftali Bennett, imputó a Irán de llevar a cabo extorsión nuclear. Bennett abordó este tema con el secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, y pidió a Washington que abandonara de inmediato las negociaciones y que intensificara las presiones contra Irán.

 

El lunes, justamente cuando comenzaron las conversaciones en Viena, el canciller israelí, Yair Lapid, viajó al Reino Unido y Francia, e instó a las autoridades de los dos firmantes del pacto nuclear a impedir el levantamiento de cualquier sanción impuesta contra el país persa.

Entretanto, según han anunciado los medios israelíes, el ministro de asuntos militares del régimen, Benny Gantz, viajará en los próximos días a Washington para conocer la decisión de la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, sobre el futuro de las negociaciones.

Israel extorsiona al Occidente con sus mentiras

El régimen israelí acusa a Irán de extorsión nuclear, mientras tiene una larga historia en este campo y el mundo es muy consciente de que ha obtenido miles de millones de dólares en armas, arsenal nuclear y subvenciones de Estados Unidos y otros países bajo el pretexto del antisemitismo y el programa nuclear de Irán.

En este sentido, la agencia de noticias británica Reuters publicó el 23 de septiembre un informe sobre la decisión del Gobierno de Biden de asignar mil millones de dólares en ayuda militar al ejército israelí para blindar más su escudo antimisiles Cúpula de Hierro.

Las alegaciones del régimen ocupante se producen mientras la República Islámica de Irán ha declarado en reiteradas ocasiones que el arma nuclear no tiene cabida en su doctrina defensiva y numerosos informes e inspecciones de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) no han reportado la más mínima señal de desviación en las actividades nucleares pacíficas de Teherán.

 

Si se hace una evaluación sobre estos informes y el arsenal nuclear y el número de bombas atómicas que tiene Israel, quedará claro cuál parte está en el camino de extorsionar y qué es una amenaza para la paz mundial.

Ante estas acciones destructivas, el jefe negociador iraní en los diálogos de Viena, Ali Baqeri Kani, ha advertido a varios representantes de las delegaciones participantes en las citas de no permitir que las visiones y enfoques de los actores ajenos a las conversaciones afecten el proceso de los diálogos.

La delegación iraní presentó el jueves a las partes europeas del acuerdo nuclear dos borradores completos que contienen sus propuestas y posiciones respecto a la eliminación de las sanciones —que reimpuso Estados Unidos al país persa tras salirse en 2018 del acuerdo nuclear— así como los compromisos de Teherán.

Las autoridades iraníes ya han dejado claro en reiteradas ocasiones que lo primordial en estas nuevas pláticas es el levantamiento efectivo de las sanciones y la normalización de las relaciones comerciales y económicas con Irán, por lo tanto, cualquier acuerdo debe cubrir estas demandas de Teherán.

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