El jueves, Rusia probó con éxito el nunca antes visto misil balístico de medio alcance ‘Oreshnik’, durante un ataque a una de las mayores instalaciones de tecnología de misiles en la ciudad ucraniana de Dnepropetrovsk. El ataque fue una respuesta al uso por parte de Kiev de cohetes de largo alcance ‘Storm Shadow’, suministrados por el Reino Unido, para alcanzar objetivos en la región rusa de Kursk.
En un artículo, publicado el viernes, el rotativo británico Daily Mail ha revelado el ambiente de pánico provocado en el viejo continente tras el test del misil ‘Oreshnik’. Según el artículo, se teme que el cohete hipersónico ruso “pueda alcanzar cualquier ciudad de Europa en menos de 20 minutos”.
El diario advierte que el avanzado misil ruso “dejaría a toda Europa a minutos del Armagedón”, argumentando que el arma “podría alcanzar Londres en 20 minutos” y “atacar cualquier lugar de Europa con múltiples ojivas nucleares”.
Lo más aterrador es que el arma no es tan potente ni tan rápida como los misiles balísticos intercontinentales rusos más temibles, como el RS-24 Yars, que es capaz de lanzar varias ojivas nucleares independientes en cualquier lugar de Estados Unidos después de volar por el espacio a 30 000 km/h.
El ‘Oreshnik’ es un proyectil hipersónico que puede volar a 10 veces la velocidad del sonido —o alrededor de 12 200 km/h— hasta un alcance de aproximadamente 5000 km, o 3100 millas, según fuentes militares rusas.
El artículo detalla que, si el misil se hubiera lanzado desde la región de Astracán, en el sur de Rusia, como se hizo en el ataque de a Ucrania, Rusia “todavía podría alcanzar cómodamente cualquier objetivo en Europa o el Reino Unido sin tener que recurrir a sus armas más poderosas”.
Por ejemplo, los objetivos en Londres se consumirían en menos de 20 minutos, mientras que Berlín, más al este, tendría menos de 15 minutos antes del impacto.
Moscú ha advertido de que el ‘Oreshnik’ tiene ciertamente capacidad nuclear, a pesar de estar armado con ojivas convencionales en el ataque a Ucrania.
Las tensiones se dispararon cuando Estados Unidos y el Reino Unido autorizaron a Kiev a atacar objetivos en suelo ruso con cohetes de largo alcance ‘Storm Shadow’ y ATACMS durante el pasado fin de semana. Las fuerzas ucranianas actuaron rápidamente y las utilizaron en dos ataques diferentes en las regiones rusas de Briansk y Kursk.
El Kremlin dijo en una declaración el viernes que el ataque a Ucrania fue una respuesta clara a Occidente de que Moscú no tolerará más escaladas.
“El mensaje principal es que las decisiones y acciones imprudentes de los países occidentales, que producen misiles, los suministran a Ucrania y posteriormente participan en la realización de ataques en territorio ruso, no pueden quedar sin una reacción del lado ruso”, señaló Dmitri Peskov.
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