En un atentado terrorista, registrado el miércoles en la provincia iraní de Sistán y Baluchistán, murieron 27 miembros del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) y otros 13 resultaron heridos.
En su mensaje de condena al ataque mortal, reivindicado por el grupúsculo terrorista Yeish al-Adl, el Gobierno sirio lo cataloga como un crimen cobarde que reafirma el vínculo existente entre el terrorismo takfirí y los poderes de la arrogancia y hegemonía, liderados por Estados Unidos.
“La República Árabe Siria condena en los términos más enérgicos el atroz ataque terrorista que tuvo como objetivo un autobús que transportaba a miembros del Cuerpo de Guardianes de Irán, lo que causó el martirio de varios de ellos e hirió a otros”, precisa la Cancillería siria en un comunicado, según comunico una fuente oficial a la agencia siria oficial de noticias SANA.
Además, la fuente ha enfatizado que tanto los actores terroristas como sus patrocinadores occidentales buscan desestabilizar Irán y la región con la intención de tomar el control de Oriente Medio y usurpar sus recursos.
La República Árabe Siria condena en los términos más enérgicos el atroz ataque terrorista que tuvo como objetivo un autobús que transportaba a miembros del Cuerpo de Guardianes de Irán, lo que causó el martirio de varios de ellos e hiriendo a otros”, dice una fuente de la Cancillería siria.
“Siria renueva su simpatía y plena solidaridad con la República Islámica de Irán, expresa sus profundas condolencias a las familias de los mártires de este atroz ataque y desea una rápida recuperación de los heridos”, ha agregado.
El CGRI aseveró a través de una nota que miembros de grupos takfiríes y mercenarios de los servicios de inteligencia de la arrogancia mundial perpetraron el ataque “tras la dura derrota infligida a la arrogancia mundial por la asistencia masiva del heroico pueblo de Irán a los actos conmemorativos por el triunfo de la Revolución Islámica”.
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