Las armas fueron confiscadas el domingo en una redada realizada a un taller para fabricación de explosivos de la banda terrorista takfirí, que las utilizaba para atentar contra las tropas y los civiles iraquíes en las zonas liberadas.
Según los medios de comunicación iraquíes, Daesh ataca normalmente en sus ataques en Mosul (capital de la provincia norteña de Nínive) con un alto volumen de fuego de mortero, usando misiles de corto alcance.
En las ofensivas para liberar Mosul de manos de los takfiríes, los militares iraquíes han decomisado al menos seis talleres para la fabricación de explosivos en la región de Kukjli, al este de Mosul.
El Ministerio de Defensa de Irak ha emitido un comunicado en el que asegura que las operaciones llevadas a cabo en Kukjli son una reacción a los ataques armados de los terroristas de EIIL en la zona, y explica que en esos talleres se construían proyectiles de mortero de 120 mm.
Por otra parte, aviones de combate de la Fuerza Aérea iraquí han destruido otro taller de fabricación de armamento de Daesh, así como varios de sus depósitos de armas en el norte de la ciudad de Al-Haditha, en la provincia de Al-Anbar (oeste).
El pasado 17 de octubre, las Fuerzas Armadas iraquíes iniciaron una ofensiva de gran envergadura para liberar Mosul, principal bastión del grupo terrorista EIIL en suelo iraquí, y en el marco de la misma han cosechado grandes victorias y liberado distintas zonas.
Ayer domingo, tras fuertes enfrentamientos con los terroristas, el Ejército iraquí logró entrar en otro importante barrio del este de Mosul, el de Al-Quds, desde donde los takfiríes lanzaban ataques con coches bomba en barrios cercanos.
Según el último informe de la Comandancia de las Operaciones para la Liberación de la provincia de Nínive, al menos 4000 integrantes de Daesh han muerto en los combates ocurridos hasta el momento.
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