• Ministra de Exteriores de Noruega, Ine Eriksen Soreide, habla delante del sistema de defensa antiaérea NASAMS de fabricación noruega.
Publicada: sábado, 10 de noviembre de 2018 7:53
Actualizada: sábado, 10 de noviembre de 2018 10:48

Noruega ha anunciado que no expedirá nuevas licencias para exportar armas al régimen saudí, tras evaluar la situación actual en Yemen y Arabia Saudí.

“Si existe un riesgo inaceptable de que los productos o materiales en cuestión están siendo usados para opresión interna o violaciones graves del Derecho Humanitario, la licencia no se garantiza”, explicó la ministra de Exteriores de Noruega, Ine Eriksen Soreide.

La canciller noruega sostuvo que la decisión se basa en “los recientes acontecimientos en Arabia Saudí y la región, así como la situación impredecible en Yemen”, sin referirse directamente al asesinato del periodista saudí, Jamal Khashoggi, en el consulado saudí en Turquía.

Soreide agregó que Noruega “nunca ha permitido la exportación de armas o munición a Arabia Saudí”.

Noruega sigue así los paso de varios países europeos, entre ellos Alemania, que han cesado sus ventas de armas a Arabia Saudí, por la campaña que lidera este país contra Yemen y el asesinato del columnista de The Washington Post.

Khashoggi ingresó el pasado 2 de octubre a la sede diplomática saudí en la ciudad turca de Estambul, pero jamás salió.

Si existe un riesgo inaceptable de que los productos o materiales en cuestión están siendo usados para opresión interna o violaciones graves del Derecho Humanitario, la licencia no se garantiza”, explicó la ministra de Exteriores de Noruega, Ine Eriksen Soreide.

 

En un principio, Riad aseguró que el periodista había abandonado la oficina consular, pero luego tuvo que reconocer su muerte accidental y no su asesinato, atribuyéndolo a una pelea en el consulado. Finalmente, ante las evidencias palmarias, no le quedó más remedio que admitir que se trató de un asesinato premeditado.

El asesinato y su cubrimiento por el régimen saudí fue objeto de condenas a nivel internacional e incluso de parte de sus aliados europeos y estadounidenses.

Otro enfoque de críticas internacionales ha sido la sangrienta campaña lanzada desde 2015 por Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) contra Yemen, que hasta el momento ha dejado más de 15 000 yemeníes muertos y ocasionado “la mayor crisis humanitaria del mundo”, con unos 22 millones de personas que necesitan ayuda para sobrevivir y varios otros millones que padecen una hambruna.

La gravedad de la situación actual en Yemen ha obligado al Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) a anunciar la suspensión del reabastecimiento de combustible en vuelo para los bombarderos que usan Arabia Saudí y sus aliados en su agresión al más empobrecido país árabe.

La reputación del régimen de Al Saud también ha sido teñida por su responsabilidad en la gigantesca purga de príncipes del reino de 2017 y en el “secuestro” el mismo año del premier libanés, Saad Hariri.

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