El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, extiende su guerra comercial a todo el mundo. El magnate, al firmar dos dictámenes presidenciales en el Despacho Oval, anunció que sin excepciones impondrá aranceles del 25 % a las importaciones de aluminio y el acero.
Desde México aseguran que estas estas medidas no se justifican ya que el país azteca importa más acero de Estados Unidos que lo que exporta, por lo que las considera como un “balazo en el pie”.
Los nuevos aranceles de Estados Unidos, que entrarán en vigor el 12 de marzo, afectan sobre todo a países aliados de Washington, la Unión Europea incluida. En reacción, el bloque de 27 naciones prometió respuestas adecuadas a estas tarifas estadounidenses.
Los cinco principales proveedores de acero a Estados Unidos fueron en enero Canadá, seguido de Brasil, México, Corea del Sur y Alemania. Así que el vecino del norte que también encabeza la lista de exportadores de aluminio, es el principal damnificado por esta medida estadounidense.
Los gravámenes no solo perjudicarán a esos países; también prometen aumentar los costos para las empresas y los consumidores estadounidenses, un grupo de afectados que incluye desde la industria automovilística a los aficionados a los refrescos. La medida no pudo ser una sorpresa para nadie, porque Trump durante su primera presidencia también decretó impuestos del 25 % al acero y del 10 % al aluminio.
frr