Estados Unidos recibió únicamente el apoyo de Israel el viernes para rechazar, en una votación en la Asamblea General de la ONU, una resolución de “acción integral y coordinada” contra la pandemia de la COVID-19, que subraya el “papel crucial” de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La resolución, negociada desde mayo, fue adoptada con el visto bueno de 169 países de los 193 que integran la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Ucrania y Hungría se abstuvieron.
El texto, que comprende alrededor de 60 artículos, y se llama ‘ómnibus’ porque cubre múltiples aspectos de la enfermedad, “reconoce el papel crucial de la OMS y el papel fundamental del sistema de las Naciones Unidas en la movilización y coordinación de la acción global contra la pandemia”.
El documento exige que se fortalezcan la cooperación y la solidaridad internacionales para contener, mitigar y superar la pandemia y sus consecuencias.
Además, respalda el llamado hecho en marzo por el secretario general de la ONU a un alto el fuego en los países en conflicto para hacer frente al nuevo coronavirus y pide la eliminación urgente de obstáculos injustificados, incluidos sanciones, para acceder a los medicamentos que puedan combatir la enfermedad infecciosa.
No obstante, Washington rechazó el texto, reclamando que no podía apoyar una resolución que no menciona a los defensores de los derechos humanos y que subraya el papel de la OMS.
La negativa de Estados Unidos a la resolución llega después de que este país se retirara de la OMS el pasado mes de julio, acusando a la Organización Mundial de la Salud de haber gestionado mal la pandemia y de haber retrasado el lanzamiento de la alerta global.
Esto mientras que, a la propia Administración de EE.UU., presidida por Donald Trump, le ha caído una lluvia de críticas por su negligente actuación frente a la COVID-19. De hecho, durante casi dos meses, Trump trató de minimizar los efectos de la pandemia, mintió y dijo que el número de casos estaba disminuyendo y que el virus podría desaparecer “como un milagro”.
A pesar de que las condiciones no mejoraban, Trump insistió en reabrir la economía del país a la mayor brevedad posible y reiniciar las actividades cotidianas.
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