La mandataria hizo tales declaraciones el sábado al margen de la Cumbre de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, en Nueva York, noreste de EE.UU. donde también sostuvo que los problemas económicos actuales no implican que en su país "no quepan siempre más personas".
También habló de Brasil como un "país de refugiados", y recordó la historia de su padre, un militante comunista proveniente de Bulgaria, y la de los miles de sirios que allí viven.
El pasado 22 de septiembre, ante el deterioro de la crisis de refugiados, aprobaron en Brasil extender hasta 2017 el programa de visas que facilita la llegada de inmigrantes sirios que escapan de su país asolado por la ofensiva terrorista.
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