El ente israelí de radiodifusión y televisión informó el domingo que se ha triplicado el consumo de estupefacientes, somníferos y tranquilizantes entre los israelíes, desde que el régimen de Tel Aviv declaró la guerra a los palestinos de Gaza.
De acuerdo con la información, también se ha registrado un aumento en el consumo de drogas entre las personas que abandonaron sus hogares, de modo que, según las estadísticas, el 33 % de este colectivo utiliza drogas.
Informes anteriores revelan que, desde el 7-O, varios soldados israelíes, que habían recibido tratamiento especializado en el ejército, tuvieron que abandonar el servicio debido a dificultades psicológicas, desde el inicio de la guerra en Gaza.
De hecho, fuentes del ejército israelí informaron en enero que alrededor de 1600 soldados experimentaron síntomas de estrés y shock.
El diario israelí Haaretz publicó recientemente que los jefes de los centros de salud psicológica en los territorios ocupados enviaron una carta al llamado “inspector del estado” advirtiendo de que el sistema de atención mental está al borde del colapso total, y que las consecuencias psicológicas de la guerra son preocupantes.
De acuerdo con medios israelíes, la creciente demanda de instalaciones psiquiátricas, especialmente dada la alta tasa de enfermedades mentales y el aumento del suicidio entre los sionistas, muestra que la situación es difícil y preocupante.
Desde el 7 de octubre, los israelíes han celebrado múltiples marchas contra el primer ministro sionista, Benjamín Netanyahu, al que acusan de provocar un desastre en la gestión del conflicto en Gaza y de fracasar ante la Resistencia palestina.
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