“No son admisibles en absoluto las condiciones plantadas por algunos para que Siria abandone a Hezbolá e Irán”, ha reiterado el ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Walid al-Moalem, en una entrevista concedida al diario libanés Aljoumhouria.
No son admisibles en absoluto las condiciones plantadas por algunos para que Siria abandone a Hezbolá e Irán”, reitera el ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Walid al-Moalem.
A principios de este mes, el diario panárabe Al-Hayat, citando "fuentes saudíes de alto nivel", informó de que Arabia Saudí ha condicionado el cese de su apoyo a los grupos armados que luchan contra el Gobierno sirio, a la retirada de las fuerzas de Hezbolá “y de Irán” de Siria.
Hezbolá ha estado apoyando al Ejército sirio en su combate contra los grupos armados con el objetivo de impedir la extensión del terrorismo de Siria a El Líbano, mientras Irán, pese a brindar abierto respaldo político a Siria, siempre ha negado tener fuerzas militares en ese país árabe.
Al-Moalem ha precisado que Estados Unidos y sus aliados en la región nunca buscarán una solución real para la crisis siria hasta que sientan el fracaso de sus conspiraciones en Siria.
El canciller sirio ha enfatizado que cualquier propuesta para zanjar los conflictos en Siria tiene que basarse en diálogos políticos sin precondiciones e injerencia extranjera, así como el respeto a la integridad territorial del país.
En este sentido, ha recordado el plan propuesto por su homólogo iraní, Mohamad Yavad Zarif, para terminar con la violencia en Siria.
El pasado 5 de agosto, el vicecanciller iraní para Asuntos Árabes y Africanos, Husein Amir Abdolahian, adelantó la decisión del país de presentar su plan actualizado para resolver la crisis en Siria al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, tras abordarla minuciosamente con las autoridades sirias.
El plan iraní incluye "un cese el fuego inmediato en Siria, la formación de un gobierno de unidad nacional, una enmienda de la Constitución (...) para garantizar el derecho de las minorías étnicas y religiosas y la organización de elecciones supervisadas por observadores internacionales".
De acuerdo al opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), la violencia provocada por estos grupos terroristas ha dejado más de 240.000 muertos y el desplazamiento de varios millones.
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