• Columnas de humo levantadas después de ataques de Turquía contra la ciudad siria de Afrin, 28 de enero de 2018.
Publicada: miércoles, 7 de febrero de 2018 23:33
Actualizada: jueves, 8 de febrero de 2018 14:50

Las denominadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), milicia kurdo-árabe apoyada por EE.UU., acusan a Turquía de usar un gas tóxico en los ataques con misiles lanzados contra el cantón de Afrin (norte de Siria), donde el Ejército turco tiene en marcha una operación militar desde el pasado enero.

Los combatientes de las FDS —de las que las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo) forman parte—, en un comunicado recogido este miércoles por la agencia rusa de noticias Sputnik, denuncian haber sido víctimas de un ataque tóxico por parte del Ejército de Turquía.

El texto indica que los bombardeos turcos contra la localidad de Bulbul, ubicada en Afrin, “intoxicó” a varios combatientes de las FDS. “Al parecer, nuestro enemigo utiliza misiles con un gas que no podemos determinar”, apostilla.

Según agrega la nota, en la región blanco de los ataques turcos han sido encontrados unos 12 elementos terroristas que también presentaban síntomas de envenenamiento.

No es la primera vez que las fuerzas kurdo-sirias acusan a Turquía de emplear material tóxico en sus ataques, pues ya denunciaron con anterioridad que el Ejército turco había recurrido al empleo de napalm, algo rechazado por Ankara.

Al parecer, nuestro enemigo (Turquía) utiliza misiles con un gas que no podemos determinar”, indican las denominadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) en un comunicado.

 

Turquía inició, el pasado 20 de enero, la llamada operación ‘Rama de Olivo’ contra las YPG en Afrin, después de que se revelara una información que delataba que los estadounidenses tratan de entrenar a un nuevo ejército compuesto por 30.000 milicianos kurdos en el norte de Siria, iniciativa que no le gustó nada a Ankara ante la posibilidad de que ello facilite la creación de un estado kurdo en su frontera sureña.

Ankara insiste en que las YPG, entre otros milicianos kurdo-sirios, están relacionadas con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo), al que Turquía considera “terrorista”.

Si bien Ankara ha asegurado que su operación militar no supone una amenaza para el Gobierno sirio presidido por Bashar al-Asad y que las autoridades turcas no buscan un cambio de régimen en Siria, Damasco ha condenado “la flagrante violación” de las fuerzas de Turquía de su soberanía, y ha llamado a Turquía a poner fin a su ilegal presencia en el país árabe.

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