En lo más reciente se destaca el anuncio del presidente Putin de un “alto el fuego” de tres días por razones humanitarias, en mayo, mientras que del lado ucraniano se genera inconformidad y algunos silencios que obstaculizan concretar un acuerdo, según Moscú.
Tal vez muchos no lo esperaban, pero Rusia anunció un alto el fuego unilateral en el frente ucraniano del 8 al 10 de mayo con motivo del 80 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. No obstante, al tiempo que Moscú reitera su voluntad de paz, advierte a la parte ucraniana, en caso de una violación del cese el fuego.
La piedra de tranca, estaría siendo a juicio de Moscú, el no reconocimiento internacional de las regiones anexadas por Rusia, incluida la península de Crimea, así como la falta de garantías a la seguridad rusa, ante la hostilidad de la OTAN, la Unión Europea y otros Estados miembros en las fronteras occidentales del gigante euroasiático.
Ahora frente al plan de paz propuesto por la Casa Blanca, y que presiona para un cierre del conflicto, el plan de Ucrania y sus aliados europeos pospone el debate sobre el territorio de Crimea hasta después de que se concluya un alto el fuego, y no menciona el reconocimiento del control ruso sobre los territorios en disputa.
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