El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, mediante un mensaje publicado este domingo en su cuenta de Facebook, ha reaccionado a la retirada de EE.UU. del Tratado de Cielos Abiertos, denunciando que ahora que el país norteamericano ya no es un país miembro busca que sus aliados impidan los vuelos de observación rusos sobre las instalaciones militares de Washington en Europa.
“Esto es inaceptable para Rusia. Buscaremos garantías firmes de que los Estados participantes del tratado cumplan sus compromisos, en primer lugar, de asegurar la posibilidad de observar todo su territorio y, en segundo lugar, de no transferir los materiales de los vuelos de observación a terceros países que no sean miembros del tratado”, se lee en el comunicado.
En esta misma línea, la Cartera rusa, haciendo hincapié en que EE.UU. “socavó deliberadamente” dicho tratado, ha indicado que esta medida del Gobierno estadounidense no va a garantizar ni su propia seguridad, ni la de Europa ni la de sus aliados.
De igual modo, la Cancillería rusa ha explicado que la postura de EE.UU. hacia dicho tratado cambió cuando Rusia creó sensores digitales y los instaló en sus aviones, y además de por el hecho de que los vuelos rusos sobre el territorio estadounidense se convirtieron en algo común, por ello, detalla el texto, Washington comenzó a crear “barreras”.
From today US is no longer a Party to #OpenSkies Treaty. Significant development. Let’s keep in mind that US participation was a precondition for entry of the Treaty into force. Now the question is what Russia is going to do. All options are open at this stage.
— Mikhail Ulyanov (@Amb_Ulyanov) November 22, 2020
Por su parte, el representante permanente de Rusia ante las organizaciones internacionales radicadas en Viena (capital de Austria), Mijaíl Uliánov, en un tuit publicado la misma jornada, ha subrayado que la participación de EE.UU. en el referido pacto fue una condición sine qua non para la entrada en vigor del tratado, señalando que, a partir de ahora, “todas las opciones están abiertas en esta etapa” para Rusia.
El Tratado de Cielos Abiertos, que fue rubricado en 1992 en Finlandia, tiene como integrantes a la mayoría de los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y autoriza a observadores militares a obtener imágenes de movimientos de tropas y buques en un vasto territorio.
El paso dado por la Administración estadounidense respecto al mencionado convenio no es ninguna novedad, puesto que desde 2017, cuando el presidente saliente de EE.UU., Donald Trump, asumió el poder, el país norteamericano se ha retirado del Acuerdo de París, del pacto nuclear con Irán y del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés).
En este sentido, Moscú ha avisado en retiradas ocasiones que adoptará medidas de represalia si Washington continúa retirándose unilateralmente de los acuerdos bilaterales que ha suscrito.
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