Según ha informado el diario estadounidense Wall Street Journal, citando a un oficial de la Casa Blanca, el mandatario norteamericano ordenó el viernes al Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) que procediera a una retirada parcial de sus tropas en Alemania hasta el próximo mes de septiembre.
Esta polémica medida, que supondrá la reducción de 9500 militares en Alemania, según dice el medio, se decidió sin comunicárselo previamente al Gobierno de Berlín, un socio clave de Washington en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En Alemania se encuentran desplegados 35 000 militares estadounidenses: se trata del mayor contingente militar del país norteamericano en Europa, al que habría que sumar los 17 000 estadounidenses y 12 000 alemanes empleados por el Ejército de EE.UU.
Aunque la fuente destaca que la Administración de Trump abordó este plan de retirada hace meses, algunos medios aseguran que esta medida está vinculada al reciente anuncio de la canciller alemana, Angela Merkel, sobre que no asistirá a la cumbre del Grupo7, programada para finales de junio en la Casa Blanca, “debido a la pandemia de coronavirus”.
Un alto responsable del Gobierno estadounidense, bajo condición de anonimato, confirma que la decisión se debe al “hastío” de Trump ante lo que percibe como una falta de compromiso de Alemania en la contribución económica al gasto de la OTAN.
Tras su llegada a la Casa Blanca, Trump aumentó de manera significativa las presiones de Washington a sus socios europeos para que incrementen sus gastos militares en la OTAN y adquieran más armas estadounidenses.
En agosto de 2019, la Administración Trump amenazó a Alemania con trasladar a las tropas estadounidenses estacionadas en suelo germano a Polonia si Berlín no aumentaba su gasto militar de defensa en la OTAN.
El Gobierno de Berlín, hasta el momento, no se ha pronunciado oficialmente sobre la reciente decisión de EE.UU., pero fuentes del Ejecutivo ya han trasladado su malestar ante dicha medida. “Siempre supimos que Trump haría algo así en el momento en que la presión doméstica llegara a niveles muy altos”, escribe WSJ citando a funcionarios alemanes.
La retirada de los soldados estadounidenses de suelo alemán podría contribuir al deterioro de las relaciones Washington-Berlín. Los dos aliados mantienen varias discrepancias: la cuestión del acuerdo nuclear iraní, el proyecto del gasoducto Nord Stream 2 y, también, la forma de compartir las responsabilidades en el gasto de la OTAN.
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