• Matua, es una isla deshabitada y volcánica, ubicada en el centro del archipiélago de las islas Kuriles.
Publicada: martes, 14 de febrero de 2017 16:51
Actualizada: martes, 14 de febrero de 2017 19:31

Japón ha presentado una protesta a Rusia por la decisión de Moscú de bautizar cinco islotes del archipiélago de las Kuriles, cuya soberanía reclama Tokio.

"[Este decreto] va en contra de la postura de nuestro país y es sumamente lamentable", ha afirmado este martes el primer secretario del Gabinete japonés, Yoshihide Suga, en una rueda de prensa. "Este lunes Japón elevó una protesta por canales diplomáticos", ha revelado, según publica el diario nipón Mainichi Shinbun.

Rusia, a su vez, ha defendido la medida y reiterado que las islas están bajo la jurisdicción rusa. "Las islas Kuriles continúan siendo, sin lugar a dudas, territorio ruso, por lo que en este caso se trata de un derecho soberano", ha afirmado la jornada de hoy el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov.

Las islas Kuriles continúan siendo, sin lugar a dudas, territorio ruso, por lo que en este caso se trata de un derecho soberano", ha afirmado el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov.

El pasado sábado, el primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, firmó un decreto por el cual se ponía nombre a cinco islotes del referido archipiélago. Entre las cinco islas, hay dos que fueron bautizadas con los nombres de dos prominentes protagonistas de la II Guerra Mundial en la derrota de la Alemania nazi y Japón.

Tras la II Guerra Mundial, Japón perdió las islas Kuriles. El Tratado de Paz de San Francisco privó al país asiático de las 56 islas de esta cadena. Sin embargo, Tokio sigue impugnando la soberanía rusa sobre las islas sureñas de este archipiélago, que califica de "territorios norteños".

 

En septiembre de 2016, el presidente ruso, Vladimir Putin, adelantó la decisión de su país de alcanzar un tratado de paz con Tokio, cuya falta, a su parecer, era un “anacronismo”, aunque dejó en claro que no va a "comerciar con territorios".

Los dos países no lograron firmar un tratado de paz permanente desde el fin de la II Guerra Mundial (1939-1945), ya que Tokio lo condiciona a la devolución de cuatro islas del archipiélago de las Kuriles, a saber: Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai.

Moscú, en cambio, sostiene que estos territorios pertenecen a la Federación Rusa como sucesora legal de la antigua Unión Soviética (URSS), que se hizo con el control de las islas tras la mencionada guerra.

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