“De nada sirve negociar con algunos países, bloques y comunidades de países porque solo entienden el lenguaje de la fuerza”, ha alertado este jueves el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvedev, en declaraciones a la prensa.
A su juicio, Occidente cometió error de cálculo al negarse a proporcionar garantías de seguridad a Rusia en 2021; de hecho, este fue lo que Moscú insistió en tener de parte de países occidentales antes de dar inicio a su operación militar en Ucrania en febrero de 2022.
En el mismo sentido, Medvedev ha lamentado que los países occidentales “no tomaron en serio la determinación de Rusia” y su presidente, Vladímir Putin, para “hacer lo que finalmente hicimos”.
Ha proseguido que las consecuencias actuales del enfoque de Occidente al respecto son “mucho más complicadas de lo que hubieran sido si habrían firmado un documento” con Moscú.
A finales de 2021, Rusia se manifestó dispuesta a abrir el diálogo con Estados Unidos y los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a cambio de que estos le ofrezcan “garantías de seguridad” al país euroasiático para prevenir la entrada de naciones de la antigua Unión Soviética al referido organismo.
No obstante, la OTAN rechazó las demandas rusas de retirar sus tropas y armas de Europa del Este y detener la integración transatlántica de Ucrania.
El Gobierno ruso avisa que el documento rubricado en Estambul (1999) y la Declaración de Astaná (2010) de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), ambos firmados por los miembros de la OTAN, estipulan que todos los países respeten el principio de la no división de la seguridad.
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