“Las primeras cuatro aeronaves se suministraron a finales del año pasado y el segundo lote de 10 aviones será entregado al cliente [chino] este año”, ha afirmado este jueves una fuente rusa del campo de la cooperación técnico-militar con Estados extranjeros a la agencia TASS.
En noviembre de 2016, el subdirector del Servicio Federal para la Cooperación ruso, Vladimir Drozhzhov, aseguró al medio local que Moscú había comenzado a cumplir sus compromisos adquiridos con Pekín para la entrega de los aviones de combate.
Las primeras cuatro aeronaves se suministraron a finales del año pasado y el segundo lote de 10 aviones será entregado al cliente [chino] este año”, afirmó una fuente rusa a la agencia TASS.
Las entregas se enmarcan en el contrato que firmaron Rusia y China en noviembre de 2015 para la venta de 24 aviones de combate Su-35 por un coste estimado de 2 mil millones de dólares.
Dicho acuerdo contempla la entrega de aeronaves, equipos terrestres y motores de repuesto en un plazo máximo de tres años.
El Su-35, también llamado Flanker-E por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), está catalogado en generación 4++ de aviones de combate e incluso incorpora tecnologías de quinta generación.
El aparato es un caza multifuncional con alta capacidad de maniobrabilidad en radio de combate de alrededor de 1600 km., tiene una velocidad máxima de 2500 km/h y cuenta con una autonomía de vuelo de hasta 3400 km.
La tecnología aeronáutica rusa está en la vanguardia internacional, de hecho, muchos países encargan a Moscú el suministro de aviones de combates, entre ellos el recién presentado MiG-35.
La compra de Pekín sale a luz, mientras China se prepara para una confrontación directa con EE.UU. supuestamente en los mares de China del Sur y de China Oriental.
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