“China y La India deberían oponerse resueltamente a cualquier acto que pretenda invertir la rueda de la historia, resistir firmemente al hegemonismo y la política del poder”, declaró el lunes el portavoz de la embajada china en Nueva Delhi, Ji Rong, en Twitter, afirmando que La India es una economía emergente y como tal se adhiere a la independencia estratégica.
Las tensiones entre los dos países asiáticos en la región oriental de Ladakh se han agudizado, sobre todo por los ejercicios navales conjuntos Washington-Nueva Delhi, efectuados el pasado 20 de julio en el estrecho de Malaca en el océano Índico, una de las rutas marítimas más importantes del mundo, por donde pasa gran parte del comercio marítimo de China con Europa.
EE.UU. se aventura en el mar de la China Meridional enviando buques de guerra para enfatizar que tiene derecho a la libre navegación, mientras, a juicio de Pekín, estos movimientos violan su soberanía territorial.
Según un comunicado de la Marina estadounidense, los mencionados ejercicios tuvieron como objetivo “maximizar el entrenamiento y aumentar la interoperabilidad, incluida la defensa aérea” entre las Armadas india y norteamericana.
Sin embargo, Ji recordó en una serie de tuits que China siempre se ha decantado por defender el orden mundial y ha impulsado la equidad y la justicia internacionales.
El diplomático denunció que Washington ha seguido la política de alejarse de los tratados y organizaciones internacionales y de aplicar derecho internacional selectivamente, sin embargo, dijo, “la comunidad internacional sabe quién es el verdadero alborotador”.
El pasado jueves, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, catalogó al gigante asiático como el “rival principal” de Estados Unidos y lo acusó aprovecharse del comercio y realizar reclamos marítimos ilegales en el mar de la China Meridional, que es una extensión muy disputada del océano Pacífico.
China reclama casi un 90 % de esa zona y critica la militarización de esas aguas por EE.UU., que se alinea sistemáticamente con los rivales de Pekín en la disputa marítima para, conforme a Pekín, tensar la situación y justificar su propia presencia militar en la región.
Las autoridades chinas, no obstante, denuncian los “inútiles movimientos militares” de EE.UU. en dicho mar, alertando de que, con tal conducta, Washington está militarizando esas aguas y generando inestabilidad.
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