Al menos 10 guardias fronterizos iraníes perdieron la vida el sábado en un ataque terrorista, reivindicado por Yeish al-Adl, en la provincia de Sistán y Baluchistán en el sureste del país.
En una carta dirigida al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres; el presidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), Pascal Christine, y Philémon Yang, el presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) el representante permanente de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Amir Said Iravani, ha pedido una condena a nivel internacional del referido acto terrorista.
“Solicitamos al Consejo de Seguridad que emita una declaración firme y condene claramente este atroz ataque terrorista”, ha dicho.
Ha proseguido que “Irán reitera su firme decisión de enjuiciar a los responsables del mencionado crimen y garantizar su total rendición de cuentas”.
“El largo historial de Yeish al-Adl, un grupo terrorista respaldado por fuerzas extranjeras y estrechamente vinculado con Daesh, en atacar a civiles inocentes iraníes y a las fuerzas de seguridad, requiere una condena inmediata y contundente por parte de la comunidad internacional”, ha subrayado.
En este sentido, el diplomático persa ha recordado otro ataque terrorista perpetrado por Yeish al-Adl en septiembre pasado en la ciudad de Miryaveh, en la provincia de Sistán y Baluchistán.
Conforme ha resaltado Iravani, la República Islámica, como “un país que ha enfrentado directamente los efectos catastróficos del terrorismo, mantiene su firme compromiso de luchar contra el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones”.
De hecho, ha asegurado que “el compromiso de Irán con la protección del noble pueblo iraní frente a la implacable amenaza de estas organizaciones terroristas violentas es inquebrantable”.
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