El portavoz del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Kayvan Josravi, indicó este sábado que “EE.UU. intenta huir de consecuencias de la ocupación ilegal de alguna parte del territorio sirio, lanzando acusaciones contra Irán que no son ciertas”.
El portavoz del máximo organismo de seguridad iraní, en declaraciones recogidas por el portal Nour News, acentuó que luchar contra el terrorismo en Siria le ha costado mucho a Irán, por tanto, el país persa se opone a cualquier acción que ponga en peligro la estabilidad del país árabe.
“Cualquier pretexto para atacar las bases creadas a pedido del Gobierno sirio para lidiar con el terrorismo y los elementos de [grupo terrorista] Daesh en este país recibirá una respuesta recíproca inmediata”, alertó.
Además, ha denunciado “el papel de Estados Unidos en la creación y el apoyo a Daesh como un elemento subsidiario para lograr sus objetivos políticos en Siria e Irak”.
Al respecto, aseguró que Washington, creando crisis artificiales y mintiendo, no puede atribuir el enfrentamiento natural y legal de los países ocupados por EE.UU. a otros.
“En los últimos dos días, helicópteros estadounidenses con varias incursiones han trasladado terroristas de Daesh en Siria con el objetivo de aumentar la inestabilidad en el país, algo por lo que tienen que rendir cuentas”, criticó respecto a los movimientos malignos de Washington en el país levantino.
El jueves, Estados Unidos llevó a cabo ataques contra varias instalaciones del frente de Resistencia en el este de Siria. El Departamento de Defensa estadounidense (el Pentágono) alega que las bases fueron usadas por grupos apoyados por Irán.
EE.UU. justificó tal agresión como una respuesta a un golpe recibido de “grupos alineados con Irán” contra tropas estadounidenses en una base militar en el este de Siria, que dejó un contratista estadounidense muerto y seis heridos, entre ellos cinco soldados estadounidenses.
En respuesta, varias posiciones estadounidenses en Siria fueron atacadas el viernes con lluvia de misiles, entre los que se destaca un golpe a una principal base, en las cercanías del campo petrolero de Al-Omar, en la provincia de Deir Ezzor (este de Siria).
Grupos de Resistencia —enojados por la presencia militar ilegal y constantes agresiones de fuerzas estadounidenses a zonas residenciales y posiciones del Ejército sirio—, ya habían prometido vengar el ataque de EE.UU.
Después de los ataques, el presidente norteamericano, Joe Biden, indicó que Washington “no busca un conflicto con Irán”.
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