• El primer ministro paquistaní, Shahbaz Sharif.
Publicada: jueves, 24 de abril de 2025 22:07

Pakistán advirtió este jueves a la India que cualquier intento de desviar o cortar el flujo del agua del río Indo, será tomado como “un acto de guerra”.

Inmediatamente después de que Nueva Delhi anunciara el miércoles la suspensión del Tratado de Aguas del Indo, Islamabad advirtió de que tomaría medidas firmes contra cualquier amenaza de su vecino de reducir su suministro de agua del río Indo.

“Cualquier intento de detener o desviar el flujo de agua perteneciente a Pakistán según el Tratado de las Aguas del Indo, y la usurpación de los derechos de los estados ribereños inferiores se considerará un acto de guerra y se responderá con toda la fuerza”, afirmó el Gobierno paquistaní tras una reunión del Comité de Seguridad Nacional (NSC), presidida por el primer ministro Shehbaz Sharif.

El Tratado de Aguas del Indo, firmado en 1960 y negociado con la mediación del Banco Mundial, ha sido un marco legal crucial para la gestión de los recursos hídricos compartidos entre la India y Pakistán durante más de seis décadas, sobreviviendo incluso a períodos de intensos conflictos militares.

 

El acuerdo asigna la gestión de los ríos de la cuenca del Indo entre ambos países, otorgando a la India el control sobre los ríos orientales (Ravi, Beas y Sutlej) y a Pakistán sobre los ríos occidentales (Indo, Jhelum y Chenab).

Este pacto es considerado más beneficioso para Pakistán, ya que le garantiza el acceso a aproximadamente el 80 % del caudal total, vital para su población y su agricultura. En esta misma línea, el Gobierno de Pakistán ha anunciado el jueves en su cuenta oficial de red social X que “Pakistán jamás cederá en sus derechos sobre el agua.”

¿Cómo inició la escalada?

La tensión entre las dos naciones vecinas, ambas potencias nucleares, se ha intensificado tras un ataque terrorista el martes en la región de Cachemira, administrada por la India, donde 26 turistas perdieron la vida.

A pesar de que ningún grupo ha reivindicado aún la responsabilidad del ataque, el gobierno de extrema derecha indio de Narendra Modi ha culpado a grupos militantes con sede en Pakistán por el ataque.

El Gobierno indio ha ordenado la expulsión de diplomáticos paquistaníes, el cierre de la frontera con Pakistán, la suspensión de algunos permisos de viaje y la suspensión del Tratado de las Aguas del Indo. Además, ha recomendado a todos sus ciudadanos que se encuentren en Pakistán que regresen a la India lo antes posible y pidió a sus ciudadanos evitar viajar al país vecino.

A la vez, el Gobierno paquistaní ha ordenado la suspensión de visados de ciudadanos indios y la expulsión de diplomáticos de este país, ha cerrado su espacio aéreo a las aerolíneas indias y clausurado su frontera terrestre con la India. 

La región de Cachemira, objeto de una disputa territorial entre la India y Pakistán desde su independencia del Imperio británico en 1947, ha sido históricamente un foco de tensión. Ambos países reclaman la soberanía sobre la totalidad del territorio y han librado varias guerras por él.

Desde 1989, la parte administrada por la India ha sido escenario de una insurgencia armada, que según Nueva Delhi, es patrocinada por Islamabad.

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