"En el marco de la exitosa operación de la provincia de Quneitra (sur), toda la unidad de operaciones especiales del EIIL se rindió al Ejército sirio", informó el jueves una fuente de Inteligencia siria citada por la agencia rusa de noticias Sputnik.
En el marco de la exitosa operación de la provincia de Quneitra (sur), toda la unidad de operaciones especiales del EIIL se rindió al Ejército sirio", informa una fuente de inteligencia siria.
Durante la mencionada operación, las tropas del Ejército lograron aniquilar al comandante de la unidad terrorista, cuyos miembros “habían sido entrenados en los campos estadounidenses de la provincia de Deir al-Zur, en el este de Siria”, agregó la fuente.
Gracias al apoyo de los comités populares y de la Fuerza Aérea siria, el Ejército del país árabe continuó en la noche del miércoles y durante el jueves sus operaciones antiterroristas en toda Siria, logrando avances significativos frente a las posiciones terroristas.
En la provincia noroccidental de Alepo, las fuerzas gubernamentales sirias liberaron unos 150 kilómetros cuadrados que estaban en poder de los terroristas y destruyeron buena parte de sus municiones y vehículos, además de matar a cierto número de sus miembros.
La aviación siria bombardeó además las posiciones de Daesh en las localidades de Al-Sheij Ahmad y Dir Hafer, así como en la base aérea Kweris, todas en la provincia de Alepo, destruyendo varios vehículos y equipamientos tales como varios tipos de ametralladoras.
Las posiciones del grupo terrorista Frente al-Nusra, afiliado a Al-Qaeda, también fueron atacados por el Ejército en las localidades de Assajur, Ramuseh, Karm Humid y Karm al-Tarab, en Alepo.
En las últimas semanas, con el apoyo de las Fuerzas Aéreas de Rusia, el Ejército sirio ha hecho significativos avances y cosechado grandes logros frente a los terroristas que desde 2011 tratan, sin éxito alguno, de derrocar al Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad.
Cuatro años y medio de conflictos protagonizados por grupos terroristas en el país árabe han dejado más de 250.000 muertos, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres (capital británica).
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