“Desde degollar y prender fuego a un oficial de policía hasta arrancar el velo a las mujeres y destruir la propiedad pública y privada del pueblo y, lo más agraviante, quemar la bandera sagrada de Irán. Estos disturbios, que inicialmente comenzaron con una protesta contra la trágica muerte de una joven, revelaron la verdadera naturaleza (de los alborotadores) en el menor tiempo posible y se convirtieron en disturbios, de tal manera que la historia de la trágica muerte de la joven iraní, Mahsa Amini, ha sido marginado”, se lee en el comunicado publicado este sábado por el sindicato de estudiantes de la Oficina para el Fortalecimiento de la Unidad.
Según la nota, una vez que la exterminación del movimiento takfirí frustró el plan de incendiar la región para destruir el Eje de la Resistencia, crear disturbios y propiciar el colapso por dentro, se ha convertido en el enfoque principal de Occidente y de sus servicios de espionaje hostiles.
Agrega que el movimiento estudiantil expresa su apoyo a la Policía y las fuerzas de orden en todos los aspectos para que continúen con el plan de seguridad moral y exige a las instituciones judiciales, disciplinarias y de seguridad que traten con mano dura a los alborotadores y sin ningún tipo de contemplación.
Por otra parte, mediante un comunicado emitido esta misma jornada, el Frente Yihadista de Irán Islámico ha expresado sus condolencias por la trágica muerte de Mahsa Amini, y ha invitado al pueblo iraní a calmarse y separarse de los alborotadores.
“Es inaceptable que el pueblo iraní queme su propia bandera, insulte el libro sagrado del Corán y los otros libros sagrados, ataque a los transeúntes indefensos, destruya la propiedad de las personas y arranque los velos a las mujeres. Se debe buscar las pistas más allá de las fronteras. Ninguno de estos comportamientos se define en el contexto de la protesta”, enfatiza el texto.
En este sentido, ha cuestionado la preocupación que ha mostrado el grupúsculo terrorista antiraní Muyahidín Jalq (MKO, por sus siglas en inglés), asesino de 17 000 ciudadanos inocentes y desarmados iraníes, por la muerte de la joven iraní.
Conforme a la publicación, este grupo terrorista no atiende la muerte de Mahsa, sino que su preocupación es mera hipocresía, pues busca la división para controlar a la nación iraní.
Mahsa murió el viernes tras permanecer durante varios días en estado de coma. La joven fue llevada a una comisaría en Teherán por la Patrulla de Seguridad Social y Moral de la Policía. Los vídeos de cámaras de vigilancia indican que la joven cae por el suelo sin que haya ocurrido cualquier contacto físico con los agentes.
Los altos responsables del país persa, empezando por el presidente, Seyed Ebrahim Raisi, han ordenado una investigación “minuciosa y urgente” de lo ocurrido.
Sin embargo, la prensa occidental ha recurrido a todos los medios, desde la manipulación de datos médicos hasta montajes, para desatar la ira contra la República Islámica y provocar disturbios en todo el país.
rth/ncl/hnb