El ataque tuvo lugar el martes por la noche cuando aviones de combate israelíes bombardearon un área a 300 metros de una clínica de MSF, en Al-Mawasi, cerca de Jan Yunis, provocando dos muertos, uno de ellos un niño de dos años, y siete heridos, denuncia este miércoles el organismo en un comunicado.
La nota ha calificado el ataque de “un horror absoluto”. “El humo. El olor. Honestamente, no puedo describir la escena. Las heridas, la mayoría, eran graves. En el estómago, la cabeza, en el pecho”, ha dicho el médico de urgencias del organismo, el doctor Mohamad Shaath, quien atendió a los heridos.
MSF ha exigido a Israel que respete y proteja las instalaciones médicas, pacientes y personal sanitario durante sus sangrientas agresiones a la Franja de Gaza. “Las instalaciones en las que trabajamos están notificadas a todas las partes”, señala la organización en el comunicado.
La campaña de bombardeos sistemáticos de Israel contra el enclave palestino —reanuda el 18 de marzo— que rompió el frágil alto el fuego acordado en enero, se ha cobrado hasta el momento al menos 1482 vidas inocentes y provocado más de 3500 heridos.
MSF ha denunciado que, como consecuencia de los ataques generalizados israelíes en Gaza, el organismo se ha visto obligado a reducir sus equipos en muchas de sus instalaciones en la Franja, también en Al-Mawasi, donde solamente un tercio de su personal trabaja por turnos.
El ataque se suma a un sinnúmero de bombardeos deliberados llevados a cabo por el ejército israelí contra hospitales y clínicas en toda Gaza, que han provocado al menos 1060 trabajadores de la salud muertos desde el inicio de la guerra el 7 de octubre de 2023, según los últimos datos de las naciones Unidas.
El martes, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, fustigó a Israel por convertir la sitiada Franja en un “campo de la muerte”, donde “los civiles se encuentran en un círculo vicioso de muerte” ante la reanudación de los bombardeos israelíes y la prohibición de la entrada de la tan necesaria ayuda.
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