Publicada: martes, 15 de abril de 2025 10:54

En la primera parte de este trabajo (1) sostuve que, en general, las administraciones de gobiernos estadounidenses han demonizado el papel que cumple la ONU, en el marco de los propósitos y principios establecidos en su carta fundacional (2) y que, en específico, en su artículo 1 en el párrafo tres de los propósitos señala un texto, que hoy parece, simplemente, de ciencia ficción.

Me refiero a la idea de armonía internacional que se presumía la ONU debía tener tras el fin de la Segunda Guerra Mundial “Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión”.

Y hablo de ficción pues, sobre todo el país que se ha presentado hace 80 años como el paladín de la democracia, el defensor de los derechos humanos ha tenido, puramente, un actuar falsario. Plagado de belicismo y afanes hegemónicos. No existe cumplimiento de la Carta de las Naciones Unidas, cuando se trata de hechos donde Estados Unidos se comporta como el violador del derecho internacional o apoya a sus socios que incluso deberían responder de crímenes de guerra y lesa humanidad. Entidades genocidas como es el caso del régimen nacionalsionista israelí.

Desde la primera administración de Donald Trump – 2017 a 2021 - un personaje polémico, cuestionado, un tipo lenguaraz, descodado, soberbio, agresivo y con conductas claramente delictivas. Un golpista. Recordemos que fue acusado y condenado por abuso sexual y difamación contra la escritora E. Jean Carroll (3) Un personaje que desestabiliza las nociones y prácticas de justicia, en su país y en el resto del planeta. Esto, bajo ambiciones políticas hegemónicas, económicas y militares. En ese objetivo, desprestigiar a la ONU, desacreditar a sus instituciones y a sus funcionarios más relevantes ha sido parte de la labor de zapa de este político de corte transaccional.

Hoy tras un poco más de tres meses de su nuevo mandato presidencial, Trump ha puesto el pie en el acelerador y los objetivos de dominio mundial se han maximizado. Desde el día uno de su segundo mandato puso en marcha decretos ejecutivos que, según los organismos defensores de los derechos humanos, como es el caso Human Rights Watch (4) amenazan un amplio espectro de esos derechos, sobre todo en las poblaciones más vulnerables, expuestas a abusos graves en esta materia. En Estados unidos y el mundo.

Un mandatario con un relato victimista, al sostener que han sido abusados por un mundo que se aprovecha de ellos en múltiples áreas. Europeos, latinoamericanos, chinos, rusos, que deben pagar esa conducta de dominio. Es el típico caso del juez detrás del ladrón. Del lobo cuidando a las ovejas. El que se mueva hoy o emita cierta crítica o pretenda responder a la virulencia de Washington es un victimario del estilo de vida estadounidense y eso no se aceptará, ni quedará sin castigo, afirma Trump. Será considerado una declaración de guerra, inaceptable, en las palabras del blondo mandatario y su claque de incondicionales.

Por ello no es casual que exprese “En lo que concierne a Estados Unidos, la Corte Penal Internacional no tiene jurisdicción, legitimidad ni autoridad” y por tanto incumple todo lo que ella determine “Vamos a cambiar el nombre de Golfo de México por el Golfo de América” insultando la historia y las relaciones con su vecino mexicano.

Enviar funcionarios de la Casa Blanca a Panamá para amenazar al gobierno de ese país, so pena de ocupar nuevamente la zona del canal con tropas y en su funcionamiento para impedir, según Trump “la influencia y dominio del canal por parte de China” Una falta a la verdad absoluta, pero… ¿qué importa si las cancillerías latinoamericanas, con muy escasas excepciones, están aterradas y nada dicen? Menos aún la ONU o la Organización de Estados Americanos, considerada el ministerio de las colonias estadounidense.

Washington ha solicitado al Pentágono que elabore “planes militares factibles de llevarse a cabo para tener acceso sin restricciones al Canal de Panamá” (5). Esto es con la excusa de la presencia China. Por ello se firmó un memorándum de claro corte colonial, que facilita la intromisión de Washington en Panamá fue firmado en la capital panameña con a la presencia del jefe de estado de este país centroamericano José Raúl Mulino. En esta clara violación de las leyes internacionales, amedrentando a un país soberano, obligarlo a firmar un acuerdo que viola sus derechos (6).

Ministro de Seguridad de Panamá, Frank Ábrego, presidente José Raúl Mulino, y el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth.

 

El que la agencia de la ONU denominada del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) no tenga ningún poder de frenar la expulsión de la población palestina de Gaza y Cisjordania. La escasa estatura moral de Trump al declarar que la expulsión y genocidio de la población palestina en Gaza, la destrucción de su territorio y la ocupación por parte del régimen nacionalsionista israelí permite pensar que esa tierra palestina puede ser “…la Riviera de Oriente Medio... Esto podría ser maravilloso”. Es muestra evidente de la carencia de control internacional a los fanes criminales de Washington y los suyos.

Es significativo igualmente que, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) que es una agencia de la ONU nada diga, ni haga en torno a este negacionismo histórico de cambiar nombres a un Golfo denominado de México, porque al presidente de Estados unido se le ocurra. Otras agencias d ela ONU como el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Internacional de e Migraciones (OIM) no tienen papel alguno que cumplir en la política de hambre como arma de guerra contra palestina o el desplazamiento de su población, como también en El Líbano.

Nada de lo mencionado ha tenido una presencia visible, de importancia, de condena explícita y llamado a los países para oponerse a Estados Unidos y su socio sionista por parte del secretario general de la ONU. Muestra del carácter de zombi, muerto en vida del portugués Antonio Guterres. Un funcionario a cargo de un organismo de endeble existencia y que recibe golpe tras golpe de su principal financista.

Un Trump que señala como verdad cierta que “Estados Unidos proporciona santuario y protección a delincuentes peligrosos, muchos de  ellos procedentes de prisiones e instituciones psiquiátricas, que han entrado ilegalmente en nuestro país desde todo el mundo” y si esa idea, absolutamente de ficción no se discute y la justicia estadounidense nada hace, pasa lo que está aconteciendo con la deportación de miles y miles de personas. Incluso contratando las cárceles ofrecidas por Nayib Bukele, presidente de El Salvador, por 6 millones de dólares mensuales. Y en ello el Consejo de Derechos Humanos de la ONU tampoco tiene opinión y si la tuviera, da lo mismo para Washington, porque no reconocen a ese organismo del cual se retiraron en febrero de este año 2025.

La ONU es hoy una institución desfalleciente, inactiva, débil, que da palos de ciego en procesos que dan muestra, no sólo de inoperancia e impotencia frente a acciones y procesos violatorios de todo lo que se supone la ONU debería actuar y aunar esfuerzos para impedirlo. Léase: el genocidio contra Palestina y la crisis humanitaria desatada. Los ataques contra El Líbano, Siria y El Líbano. Todos ellos llevados a cabo por la entidad israelí con apoyo y hasta participación de sus socios occidentales, como Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Alemania.

Sumemos las políticas neocoloniales en África, ya sea en la ocupación y colonización del Sáhara occidental a manos de Marruecos y sus apoyos occidentales, sin llevar a cabo un referéndum que tendría que haberse concretado el año 1975, posteriormente el año 1991 y sin embargo durante 50 años simplemente ha sido la muestra evidente que la ONU y sus misiones como es el caso de la MINURSO (Misión de las Naciones Unidas para el Sáhara Occidental) es un fiasco. No olvidemos el tema ucraniano donde las conversaciones para lograr un cese al fuego en ese país no contemplan en absoluto a un secretario general de la ONU, ignorado completamente por Trump.  

Agresión Arancelaria

La idea de Trump y sus incondicionales es perturbar al conjunto del planeta e imponer incluso, una narrativa victimista para justificar, por ejemplo, la toma de decisiones comerciales que remecen al mundo y a gran parte de la economía mundial como ha acontecido con la erradamente denominada guerra de Aranceles. Si acaso pudiésemos hablar de conflagración esta se trata de una impuesta, con un enemigo principal: la República Popular China, y blancos adyacentes como Rusia, Irán y un gran porcentaje de los países que integran la ONU. Sujetos a las decisiones imperiales, unilaterales y violatorias de todo lo que hasta ahora se conocía como relaciones económicas internacionales.

Y cuando hablo de una ONU ausente me refiero también a todas aquellas organizaciones que, en el marco de establecer políticas globales de desarrollo, apoyo, facilitar la relación entre los países, también han fracasado en sus objetivos. Tal es el caso de la llamada Organización Mundial de Comercio (OMC) conformada por 166 Miembros, que representan el 98% del comercio mundial y cuya misión es administrar el sistema mundial de normas comerciales y ayuda a los países en desarrollo a mejorar su capacidad para comerciar.

Una OMC que sustituyó en 1995 a el denominado Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT, del inglés General Agreement on Tariffs and Trade) que, desde 1948 hasta 1994, estableció las reglas aplicables a una gran parte del comercio mundial- donde también tuvo su papel la llamada Ronda Uruguay (7) pero, a pesar de su apariencia de solidez, el GATT fue durante esos 47 años un acuerdo y una organización de carácter provisional.

Se necesita otro organismo y así nació la OMC, que se constituyó en un foro al que acuden sus miembros para negociar acuerdos sobre comercio y resolver los problemas comerciales que tienen unos con otros. El objetivo general de la OMC es ayudar a sus Miembros a utilizar el comercio como medio para elevar los niveles de vida, crear empleo y mejorar la vida de las personas.

Hoy, tras la política de absoluto desprecio por organismos internacionales, las leyes y el derecho internacional y el deseo de mantener un poder hegemónico inaceptable Estados Unidos está dando la extremaunción a la ONU y a sus instituciones, a organismos como la OMC, instituciones dedicadas a tender los temas de derechos humanos. Este es un ataque sostenido, brutal que efectivamente está generando un desbalance del poder.

Los efectos de esta violación constante de todo lo que huela a relaciones internacionales con iguales derechos y obligaciones, ha sido catalizada con la medida de aumentar las tasas arancelarias establecidas por Washington y contrarrestadas por China y con poca respuesta soberana del resto del planeta tendrá efectos devastadores. Una política oscilante, que día a día tiene nuevos elementos de presión, mostrando incluso a un Trump con medidas discutidas que han afectado a personajes multimillonarios que lo acompañan.

Trump suele usar todo elemento de impacto comunicacional para sostener que sus medidas provienen de convicciones profundas y que están poco menos que escritas en un destino manifiesto, dictaminada por la divina providencia. Un discurso hegemónico, expansionista, revelador de un profundo racismo, de un plan de control mundial que le “devuelva a Estados Unidos su supuesto papel rector”. Un Trump que se ha solazado en mostrar que su decisión de establecer alzas arancelarias es una medida justa para años de abusos del mundo contra el pobre Estados Unidos.

 

No es factible seguir arrinconando a China pues este país es lo suficientemente poderoso para llevar a cabo políticas de represalia contra Estados Unidos. Pero, qué duda cabe que, los efectos se sentirán en menor inversión pública, aumento sustancial de los créditos, menos beneficios sociales con política de “austeridad” de aquellos países sujetos a las alzas arancelarias. Incertidumbre sobre los niveles de crecimiento. Presiones, por parte de Washington a los países para no comerciar con China. Adicionemos un impacto severo en las economías emergentes.

Nadie sale triunfador de una pugna como la que se está llevando a cabo y en lo político se visualizan cambios monumentales, comenzando por el hecho que ya las bases del orden internacional están sacudidas. La desconfianza en Estados Unidos está consolidada y puede tener un punto positivo si eso conlleva la conformación de bloques de países, regiones que, efectivamente, hagan valer el concepto de soberanía y la lleven a la práctica.

Es la oportunidad para que Europa, a pesar de aliada servil de Washington es igualmente castigada, convertida en el patio trasero de Washington sacuda su indignidad. Resultados en materia del orden del derecho internacional, tan violado y sacudido que la ONU ha perdido todo vestigio de influir sobre la marcha de los acontecimientos del mundo.

Estamos en un camino de remover el dominio nefasto de Estados unidos, es una oportunidad histórica de avanzar hacia una política que supere la unipolaridad y consolide un mundo multilateral que implica democratizar nuestras relaciones y también las instituciones que se reformen, reestructuren o desaparezcan, para dar paso a aquellas que verdaderamente permitan pensar en un mundo distinto.

No podemos aceptar que Donald Trump, cual bestia desbocada sustituya la diplomacia, los acuerdos y el respeto a los organismos de los cuales se ha dotado esta humanidad. Mutando esa manera de actuar por la verborrea amenazante, las acciones violatorias, las alzas arancelarias unilaterales, blandiendo ese aumento de impuestos como un arma arrojadiza, para conseguir que otros países se plieguen a su voluntad. Esa es un arma estilo boomerang y tendrá enormes costos sociales, económicos, políticos y de futuros vínculos.

Y, en todo lo descrito la ONU es un zombi. Cito en ello las palabras de un colega que, frente al actuar de este agonizante organismo internacional frente a guerras, agresiones, políticas hegemónicas, silencio obsequioso y hasta complicidad afirma “La ONU ha fracasado, no tiene sentido de existir. Un mundo nuevo está naciendo. Una organización nueva le debe acompañar” (8).

 

Pablo Jofré Leal

Articulo para HispanTV

Permitida su reproducción citando la fuente.


  1. https://www.hispantv.com/noticias/opinion/612496/onu-washington-objetivos-hegemonicos
  2. https://www.un.org/es/about-us/un-charter/chapter-1
  3. https://elpais.com/internacional/2023-05-09/un-jurado-declara-a-trump-culpable-de-abuso-sexual-pero-no-de-violacion-en-la-demanda-de-la-escritora-e-jean-carroll.html
  4. https://www.hrw.org/es/news/2025/01/22/ordenes-ejecutivas-de-trump-amenazan-un-amplio-espectro-de-derechos-humanos
  5. https://www.youtube.com/watch?v=tXUwNOHQWXM
  6. El gobierno de Panamá hizo públicos los detalles de un memorando que firmó este miércoles con Estados Unidos por el que el ejército estadounidense podrá incrementar la presencia de sus efectivos en el país centroamericano. El memorando de entendimiento fue firmado en Ciudad de Panamá por el ministro de Seguridad Pública, Frank Alexis Abrego, y el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, y contempla el uso por parte de tropas de Estados Unidos de instalaciones de seguridad panameñas. https://www.bbc.com/mundo/articles/cx26qp0y468o
  7. La OMC sustituyó al GATT como organización internacional, pero el Acuerdo General sigue existiendo como tratado general de la OMC sobre el comercio de mercancías, actualizado como consecuencia de las negociaciones de la Ronda Uruguay. https://www.wto.org/spanish/thewto_s/whatis_s/tif_s/fact5_s.htm
  8. "El 25 de septiembre de 2011 escribí un artículo titulado ’La ONU ha muerto’. Entre otras cosas allí decía que: “Los acontecimientos de los últimos años signados por una unipolaridad cerrada [?] dan cuenta de una ONU inoperante y plegado a la voluntad de los Estados canallas" La actualidad de un texto, doce años después. https://infonativa.com.ar/la-onu-debe-desaparecer.html

Pablo Jofré Leal
Pablo Jofré Leal Periodista y escritor chileno. Analista internacional, Master en Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid. Especialista en temas principalmente de Latinoamérica, Asia Occidental y el Magreb. Es colaborador de varias cadenas de noticias internacionales. Creador de página WEB de análisis internacional ANÁLISIS GLOCAL www.analisisglocal.cl

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