Publicada: lunes, 14 de abril de 2025 23:34

Se cumple el primer aniversario de la operación Verdadera Promesa I, cuando Irán lanzó ataques contra la entidad sionista, demostrando su poderío militar.

Por: Ivan Kesic

Hoy se conmemora el primer aniversario de la histórica y trascendental operación Verdadera Promesa I, que tuvo lugar en la noche del 13 al 14 de abril del año pasado, cuando la República Islámica de Irán demostró su destreza militar lanzando una serie de ataques con misiles balísticos y drones contra la entidad sionista.

La operación sin precedentes, dirigida por el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, fue una respuesta al vil ataque israelí contra la misión diplomática iraní en Siria —considerado territorio iraní de facto— lo que impulsó a Teherán a reconsiderar su doctrina de restricción estratégica de largo plazo.

En ese momento, fue el mayor ataque con misiles balísticos que Irán había llevado a cabo, hasta que una operación más grande, extensa y poderosa, la operación Verdadera Promesa II, se ejecutó en octubre del mismo año.

La operación Verdadera Promesa I alteró las ecuaciones de tal manera que sacudió los cimientos de la ilegítima entidad sionista y envió un mensaje contundente al régimen y sus respaldos occidentales.

¿Cuál fue el motivo de la operación Verdadera Promesa I?

La operación de represalia iraní fue lanzada en respuesta al ataque terrorista israelí contra el consulado iraní en la capital siria, Damasco, dos semanas antes, que violó el derecho internacional y las Convenciones de Viena.

El general de brigada Mohamad Reza Zahedi, un comandante de alto rango de la Fuerza Quds del CGRI, su subcomandante general Mohamad Hadi Hayi Rahimi y otros cinco oficiales militares fueron martirizados en el cobarde ataque.

Según los informes, el ataque aéreo israelí fue planeado con meses de antelación y pasó por todo el sistema de aprobaciones y supervisión dentro del régimen israelí, incluido un análisis de la probable respuesta de Teherán.

Ese análisis concluyó que la respuesta de Irán sería “limitada”, como ocurrió en incidentes previos tras el martirio de varios asesores militares iraníes en Siria.

Esto resultó ser un grave error de cálculo, ya que altos funcionarios iraníes, incluido el Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, prometieron una “respuesta decisiva”.

Anteriormente, Irán había demostrado una resolución similar cuando lanzó misiles contra bases de ocupación estadounidenses en Irak en represalia por el ataque de EE.UU. que martirizó al comandante antiterrorista general Qasem Soleimani, a pesar del riesgo de una escalada hacia una guerra abierta.

¿Qué ocurrió antes de la operación Verdadera Promesa I?

Previo a la operación militar de represalia iraní, una serie de ciberataques atacaron la red eléctrica y los sistemas de radar del régimen sionista, apenas horas antes de que una lluvia de drones y misiles cayera sobre los territorios palestinos ocupados.

Un grupo de hackers llamado “Cyber Av3ngers” emitió un comunicado reclamando la responsabilidad por interrumpir el suministro eléctrico en diversas zonas de los territorios ocupados. Se reportó un apagón generalizado en varios distritos de Tel Aviv.

El grupo destacó que el ciberataque, lanzado desde el sur hasta el norte, fue una respuesta a los crímenes de guerra genocidas del régimen sionista contra los palestinos en Gaza.

En las horas previas a la operación militar, también surgieron informes de que los radares israelíes estaban bajo ciberataque, lo que obligó al cierre del espacio aéreo sobre los territorios ocupados.

La responsabilidad de esta operación cibernética fue asumida por el grupo de hackers “Hanzaleh Bammad”, que liberó pruebas visuales y afirmó que el ataque fue una represalia por el ataque militar israelí contra el consulado iraní en Damasco.

¿Cómo se llevó a cabo la operación Verdadera Promesa I?

Aproximadamente a las 11:00 PM, hora de Irán, la Fuerza Aeroespacial del CGRI anunció el lanzamiento de la operación militar de represalia con cuatro enjambres de drones kamikazes hacia la entidad sionista.

La primera oleada consistió en decenas de drones Shahed-136, estimados en alrededor de 100 unidades. Esta munición de baja visibilidad y baja firma tiene un alcance de 2000 kilómetros y lleva una ojiva de 50 kilogramos.

Aunque no se han liberado imágenes oficiales de los enjambres, grabaciones privadas capturaron a los drones volando sobre los cielos nocturnos de Irán y el vecino Irak.

Aunque relativamente lentos y requiriendo cinco horas para llegar a los territorios ocupados, estos drones tenían como objetivo principal abrumar los sistemas de defensa aérea del régimen israelí.

Tras la primera oleada, se lanzaron tres ataques más con intervalos de aproximadamente media hora. Se estima que entre 150 y 500 drones fueron desplegados en esta fase.

El régimen de Tel Aviv contó con el apoyo de las fuerzas aéreas de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Jordania para interceptar estos drones de bajo costo, según los informes.

Posteriormente, se lanzó una serie de misiles de crucero y balísticos, incluidos los Jeibar Shekan, Qadr-110, Emad y Fattah, como parte de la siguiente fase de la operación.

Estos avanzados misiles balísticos, con rangos de entre 1500 y 2500 kilómetros, llevaron ojivas que pesaban entre 500 kilogramos y 1.5 toneladas.

Al mismo tiempo, grupos del Eje de Resistencia de Irak, Yemen y Líbano lanzaron sus propios ataques con drones y misiles contra la entidad sionista, abrumando los ya débiles sistemas militares del régimen.

Aunque no se han divulgado números oficiales exactos, se estima que Irán lanzó entre 30 y 40 misiles de crucero, como el tipo Paveh, y entre 100 y 120 misiles balísticos esa noche.

El régimen israelí afirmó haber derribado un número significativo de armas iraníes, lo que fue contradicho por numerosos vídeos privados que captaron una lluvia de misiles impactando en los territorios ocupados.

Imágenes de misiles iraníes atravesando el cielo nocturno sobre la Mezquita Al-Aqsa en Al-Quds (Jerusalén) ocupada se volvieron icónicas, demostrando el poderío de las fuerzas armadas iraníes, especialmente en drones y misiles.

Los principales objetivos incluyeron instalaciones militares pertenecientes al régimen sionista, que se extendían desde los altos del Golán ocupados hasta el Desierto de Néguev. Entre ellos se encontraba la base aérea de Néguev, que alberga aviones F-35 utilizados en el ataque terrorista contra el consulado iraní en Damasco.

Esta base fue atacada por al menos siete misiles —posiblemente misiles hipersónicos Fattah— con evidencia en vídeo que confirmaba que no se interceptó ni un solo misil.

Imágenes adicionales verificaron que la base aérea de Ramon, otro sitio importante en Néguev, también fue atacada por varios misiles, causando una destrucción significativa.

¿Qué mensaje envió la operación Verdadera Promesa I?

Con esta operación, Irán envió un mensaje poderoso de que el régimen israelí o sus aliados no saldrían impunes de su imprudente aventurerismo militar contra Irán.

Esto se demostró aún más durante la operación Verdadera Promesa II en octubre de 2024.

A través de esta operación, Irán ejerció sus derechos bajo el derecho internacional, ya que los ataques contra misiones diplomáticas constituyen violaciones de la Convención de Viena, mientras que el Artículo 51 de la Carta de la ONU consagra el derecho inherente a la autodefensa de las naciones soberanas.

Militarmente, Irán mostró su sofisticación tecnológica con ataques de precisión ejecutados a largas distancias y demostró superioridad sobre los sistemas militares israelíes y occidentales ampliamente publicitados.

A diferencia del régimen israelí, que sigue cometiendo actos genocidas contra decenas de miles de civiles palestinos, Irán demostró una considerable restricción y racionalidad al atacar exclusivamente sitios militares estratégicos.


Texto recogido de un artículo publicado en Press TV.