El grupo iraquí “Los Vengadores”, que hasta el momento ha sido un grupo anónimo, publicó la noche del domingo un comunicado en que asumió la responsabilidad de los recientes ataques contra la base estadounidense de Al-Tayi en Irak.
Este grupo destacó que reivindica la autoría del ataque sin temor a nadie, subrayando que continuará agrediendo las bases estadounidenses hasta la expulsión total de los ocupantes del país árabe.
La base de Al-Tayi, donde EE.UU. ha desplegado tropas, fue el pasado miércoles blanco de un ataque con cohetes, que dejó al menos tres muertos —dos estadounidenses y un británico— y 12 heridos entre las fuerzas de la coalición que lidera Estados Unidos.
Después de aquel incidente, Washington, sin evidencia alguna, acusó a las fuerzas populares iraquíes, entre ellas las de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) y el Movimiento de Resistencia Islámica de Irak (Kataib Hezbolá) de llevar a cabo el ataque.
A continuación, como medida de represalia, efectuó la madrugada del jueves (hora local) un ataque contra posiciones de las tropas iraquíes cerca de la frontera con Siria. Además, la madrugada del viernes, EE.UU. atacó objetivos pertenecientes al Ejército y la Policía Federal iraquíes, así como posiciones de las fuerzas de Al-Hashad Al-Shabi en varias ciudades del país árabe, dejando seis muertos, entre ellos tres soldados, dos policías y un civil, además de 12 heridos.
El Gobierno de Bagdad ha condenado en duros términos las nuevas agresiones de EE.UU. y ha advertido que elevará el caso a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y su Consejo de Seguridad (CSNU), destacando que tales acciones de Washington son una clara violación de la soberanía e integridad del país árabe.
Los movimientos de la Resistencia iraquí han denunciado, por su parte, que los ataques sistemáticos de Washington contra sus tropas y efectivos del Ejército del país árabe se pueden traducir como “una declaración de guerra” contra Irak.
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