El diario estadounidense The Wall Street Journal informó del arribo de una flota de la Marina de EE.UU., compuesta por los portaviones USS Nimitz y USS Ronald Reagan, y otros barcos menores, al mar de China Meridional, para participar en los ejercicios militares más grandes de este país en dicha zona, donde también las fuerzas navales chinas están realizando maniobras militares cerca de laslas islas Paracelso (llamadas Xisha por los chinos).
Ante la presencia militar de EE.UU., desde el sábado, en la zona, también conocida como mar del Sur, el portavoz de la Cancillería china Zhao Lijian, denunció el lunes que Washington envió sus portaviones a las aguas chinas con la intención de mostrar músculo a Pekín.
Al respecto, en una entrevista concedida el lunes a PressTV, el analista político estadounidense Dennis Etler ha explicado que el Gobierno de EE.UU., presidido por Donald Trump, dispone esos desplazamientos militares para “distraer la atención de sus problemas intratables y culpar de sus fracasos a un enemigo externo”.
China, que ha podido vencer la crisis pandémica del nuevo coronavirus y ahora experimenta una vigorosa recuperación económica, siempre “ha sido y sigue siendo el objetivo preferido de la ira estadounidense”, agrega el experto.
Según Etler, desde que se hizo evidente que China superaría en términos económicos a EE.UU. y asumiría una posición internacional cada vez más grande, amenazando la hegemonía global del país norteamericano, Washington ha hecho todo lo posible para tratar de frustrar el ascenso de China, asaltando todos los frentes, incluidos el económico, diplomático y militar.
“Estados Unidos usa todas las herramientas en su bolsa de trucos sucios para desestabilizar a China, entre ellas, provocar una guerra comercial, sabotear compañías chinas líderes como Huawei y apoyar a los separatistas en Xinjiang, Tíbet, Hong Kong y Taiwán”, ha indicado el analista, para luego asegurar que “todos estos esfuerzos han fracasado, dejando su único recurso para intensificar su política militar en el patio trasero de China”, en referencia al disputado mar del Sur.
No obstante, el analista alerta que “el envío de una Armada de portaaviones navales al mar del Sur de China es solo un último intento para intimidar a China y pescar en aguas turbulentas, con la esperanza de aumentar las tensiones en la región”.
Pekín critica la presencia militar ilegal de los estadounidenses en sus aguas territoriales y avisa que la militarización de la región marítima provoca inestabilidad y tensión. A medida que las tiranteces se agudizan entre EE.UU. y China, crece el riesgo de un enfrentamiento entre ambos lados en la zona de Asia-Pacífico.
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