Las tierras más productivas del país siempre han estado en mano de las familias más pudientes o de grupos armados de esta nación, el presidente Gustavo Petro le está dando un vuelco a este concepto, haciéndolas productoras de alimentos, así lo hizo con tierras del norte colombiano al dársela a los campesinos.
Estas tierras que se entregaron fueron en el pasado epicentro del narcotráfico y el paramilitarismo, el gobierno las rescata mostrando la voluntad que trazó desde su campaña política para con el campesinado colombiano.
Para los labriegos es la oportunidad que siempre habían esperado, aunque se sabe que todos no podrán ser beneficiados, se sienten muy expectante y contentos con estas políticas del presidente Petro.
La finca del extinto paramilitar Carlos Castaño tiene 590 hectáreas de la cual se beneficiaran 50 familias del departamento de Montería.
Álvaro Altamiranda, Bogotá.
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