Tres fuentes médicas citadas anónimamente el jueves por el portal de noticias Middle East Eye, indicaron que casi un 70 % de los residentes de La Meca, ciudad con una población de más de dos millones de personas, se ha infectado por el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, en base a unas recientes pruebas al azar.
Los resultados ponen de relieve que la propagación real del patógeno podría ser considerablemente más alta que las estimaciones oficiales, advirtieron las mismas fuentes.
La pandemia ha contagiado desde diciembre a más de 3,2 millones de personas en todo el mundo y se ha cobrado 230 000 vidas, pese al confinamiento de más de la mitad de la humanidad, según los cálculos de la agencia francesa AFP realizados a partir de fuentes oficiales.
Hasta el momento, el reino árabe ha registrado casi 23 000 casos confirmados de la infección, de los que 162 han perecido y 3163 se han recuperado de la neumonía mortífera, de acuerdo con cálculos oficiales.
“Las autoridades sanitarias saudíes esperan el pico (de la enfermedad) en algún momento en junio”, señaló una de las fuentes citadas por Middle East Eye.
En febrero, el rey Salman vaticinó una lucha “más difícil” contra el virus, mientras el país petrolero, con el mayor número de contagios en el Golfo Pérsico enfrenta el doble golpe económico por los cierres provocados por virus y el desplome de los precios del petróleo.
Se impuso un toque de queda de 24 horas en las ciudades sagradas de La Meca y Medina durante 24 días en abril que finalmente se retiraron con el inicio del sagrado mes de Ramadán, noveno mes musulmán. La Meca, que se cree que es el epicentro del brote, todavía está bajo restricciones.
Desde el inicio del brote, las autoridades saudíes han sido criticadas por la mala gestión de la crisis, así como acusadas de ocultar la cifra real de las infecciones.
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