El ministro saudí de Asuntos Exteriores, Faisal bin Farhan, hizo estas declaraciones tras una reunión con homólogos regionales en el sur de Turquía, el viernes.
“Exijo que se ejerza la máxima presión para asegurar un flujo continuo y suficiente de ayuda hacia la Franja,” declaró Farhan.
Este llamado se produjo luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmara que Arabia Saudí no había condicionado la normalización de relaciones con Israel.
No obstante, Riad ha reafirmado su postura: no establecerá vínculos diplomáticos con Israel sin la creación de un Estado palestino independiente.
Bloqueo a la ayuda humanitaria a Gaza
El 2 de marzo, el régimen cerró todos los pasos fronterizos hacia la Franja y bloqueó la entrada de bienes fundamentales, incluidos alimentos, medicinas y agua potable.
El Ministerio de Salud de Gaza ha advertido que “la falta de una nutrición adecuada y de agua potable agravará los desafíos sanitarios existentes, especialmente ante la prohibición sostenida de vacunaciones infantiles, en particular contra la poliomielitis.”
Según el mismo organismo, al menos 60 000 niños padecen desnutrición severa y complicaciones de salud asociadas.
El asedio ha provocado el cierre de 21 centros de nutrición y ha interrumpido la atención destinada a los menores que ya se encuentran en condiciones críticas.
Agencias humanitarias han alertado que, de no restablecerse de forma urgente el suministro de ayuda, la hambruna es inminente.
Tanto las Naciones Unidas como otras organizaciones internacionales advierten que, sin alimentos, agua potable y suministros médicos, la población de Gaza —ya llevada al límite— enfrenta el riesgo real de una hambruna masiva.
Además, el combustible es crucial para el funcionamiento de hospitales, bombas de agua, panaderías, telecomunicaciones y camiones de ayuda. Sin él, amplias zonas de la Franja enfrentan un colapso total de los servicios básicos.
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