Con solo 16 años, Greta se ha convertido en un símbolo de la salvaguarda del planeta y su mensaje ha calado hondo entre los adolescentes de todo el mundo. La presencia de la activista en Nueva York ha atraído a cientos de jóvenes a las protestas de los “Viernes para el Futuro” que un grupo de niños celebra habitualmente frente a la sede de la ONU para concienciar sobre la crisis climática.
La sueca arribó a EE.UU. tras una travesía de dos semanas en un velero “cero carbono” y se reunió con la presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa, a quien le solicitó “acciones y no palabras”.
La protesta de este viernes fue una suerte de ensayo antes de la gran manifestación prevista frente a la ONU el viernes 20 de septiembre, para presionar a los dirigentes del mundo que participarán en la cumbre sobre el clima, el 23 de septiembre. Según Greta y otras activistas, los líderes mundiales ya no pueden seguir ignorando la crisis climática.
La movilización de este viernes se produjo un día después de que la ONU publicara un informe impactante. Según el organismo, los mismos océanos que contribuyeron a la evolución del ser humano acabarán aportando miseria a escala global si no se reduce la contaminación de CO2.
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