Un informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA), en colaboración con la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Ministerio de Agricultura libanés, revela que más de 1,6 millones de personas enfrentan altos niveles de inseguridad alimentaria, mientras que aproximadamente 201 000 se encuentran en una situación de emergencia, en riesgo de desnutrición aguda.
La agresión israelí también ha dejado en riesgo a miles de refugiados que viven en Líbano. Unos 594 000 sirios y 89 000 palestinos tienen riesgo de sufrir un alto nivel de inseguridad alimentaria, según resultados del citado informe.
La agresión del régimen de Tel Aviv ha empeorado gravemente la economía en un país que ya antes de esta hostilidad sufría una importante crisis económica. El Líbano sigue luchando ahora por recuperarse de forma lenta y gradual tras el alto el fuego decretado entre las partes en noviembre 2024.
“El empeoramiento de la inseguridad alimentaria en Líbano no es ninguna sorpresa”, ha asegurado un representante del Programa Mundial de Alimentos, Matthew Hollingworth, quien ha subrayado que “66 días de guerra, precedidos por meses de conflicto, han destrozado vidas y medios de subsistencia” en el país.
Si bien el cese de las acometidas israelíes ha permitido a muchos retornar a sus hogares, Hollingworth alerta de que otros no tienen lugar al que volver. “En estos momentos críticos, nuestra misión es clara: apoyar al Gobierno y a la gente para que reconstruyan sus vidas y sus sistemas alimentarios”, ha agregado.
“La escalada de las hostilidades ha impactado de forma severa la vida de los agricultores, así como los bienes e infraestructura agrícolas, provocando una mayor inseguridad alimentaria y amenazando la sostenibilidad de las actividades agrícolas”, ha resaltado la representante interina de la FAO en el Líbano, Veronica Quattrola.
Por su parte, el ministro de Agricultura libanés, Abás al-Haj Hasan, ha afirmado que la prioridad ahora es evaluar los daños causados por el conflicto a través de la cooperación con organizaciones internacionales y conseguir financiación para compensar a los agricultores.
El acuerdo de alto el fuego, que entró en vigor el 27 de noviembre pasado y fue negociado por Estados Unidos y Francia, estipula que las fuerzas israelíes deben retirarse del sur del Líbano en un plazo de 60 días.
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