Publicada: martes, 21 de enero de 2025 21:29

La tregua en Gaza pone de relieve que el Movimiento de Resistencia islámica de Palestina (HAMAS) sigue siendo irreemplazable y no puede ser derrotado.

Por: Nahid Poureisa *

Las imágenes que emergen de la asediada Franja de Gaza, después de casi 16 meses de genocidio transmitido en vivo, hablan por sí solas sobre la resistencia y desafío del pueblo palestino.

A pesar de la violencia catastrófica infligida a la nación palestina durante 471 días, el movimiento de Resistencia HAMAS, con sede en Gaza, sigue firmemente en el poder, demostrando una presencia inquebrantable.

Esto es crucial. Aunque se han planteado incontables escenarios sobre reemplazar a HAMAS con otras facciones palestinas, ahora está claro que Hamas no fue ni eliminado ni debilitado.

De hecho, como admiten incluso los medios de comunicación occidentales, el movimiento de resistencia se ha fortalecido y ha reclutado un nuevo grupo de combatientes en los últimos meses, en la fase de reconstrucción.

A pesar de la guerra genocida, que mató a casi 47 000 palestinos en 471 días, la mayoría niños y mujeres, la nación palestina y la Resistencia palestina se mantuvieron firmes, enviando un mensaje poderoso a la ocupación y al mundo.

En el momento en que entró en vigor el alto el fuego el domingo, se vio a los combatientes de las Brigadas Ezzedin Al-Qassam, brazo militar de HAMAS, caminando por las calles de Gaza, reafirmando su dominio y enviando un mensaje rotundo: no serán borrados, y son ellos los que mantienen la línea de la Resistencia palestina.

En medio del genocidio financiado por Estados Unidos en Gaza, las campañas de desinformación fueron rampantes. El mundo, especialmente el pueblo palestino, fue inducido a creer que HAMAS se estaba desvaneciendo y que sus sacrificios ejemplares serían en vano.

Facciones oportunistas trataron de aprovechar la situación, con la esperanza de romper la columna vertebral de la Resistencia y establecer un nuevo orden que debilitara la lucha de Palestina contra el imperialismo.

Pero los verdaderos beneficiarios de estas narrativas engañosas no fueron el pueblo palestino ni el Eje de Resistencia. En cambio, las potencias regionales, junto con las potencias occidentales, eran las que esperaban la desaparición de HAMAS y la derrota de la Resistencia palestina.

Examinemos la cronología de los eventos y cómo se desarrollaron:

El 11 de noviembre de 2023, el entonces presidente iraní Ebrahim Raisi dirigió un discurso en la cumbre de naciones árabes e islámicas en la capital saudí Riad, con una audaz propuesta de 10 puntos destinada a poner fin al genocidio en Gaza.

La propuesta incluía demandas críticas como el cese de la masacre de civiles, el levantamiento del bloqueo humanitario, la retirada de las fuerzas militares israelíes y la creación de un tribunal internacional para procesar a los criminales de guerra responsables de las atrocidades.

Además, el presidente Raisi llamó a armar a la población de Gaza si los crímenes de Israel continuaban. Esta fue una postura clara y principista en favor de la soberanía palestina, subrayando la urgente necesidad de detener el genocidio y poner fin a la ocupación de larga data.

Sin embargo, a pesar de la urgencia humanitaria y moral de la propuesta del mártir Raisi, la respuesta de ciertos estados árabes fue decepcionante. Egipto, Jordania, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, países que deberían haber mostrado solidaridad con Palestina, votaron en contra de estas cláusulas críticas.

Su oposición reveló los intereses profundamente arraigados de las potencias imperialistas y sus aliados regionales, que preferían mantener el statu quo de sumisión al sionismo y la influencia occidental.

Solo un par de semanas después, el 28 de noviembre, el medio de comunicación estatal alemán DW publicó un artículo que delineaba cinco escenarios potenciales para el futuro de Gaza después de la eventual derrota de HAMAS.

Estos escenarios indicaban una clara agenda imperialista, cada uno enfocándose en maneras de neutralizar la resistencia palestina y establecer un orden prooccidental:

1. Israel toma el control de Gaza: El escenario más extremo implicaba la reocupación de Gaza por parte de Israel, un movimiento similar al período anterior a 2005. Israel asumiría el control militar total.

2. La Autoridad Palestina gobierna Gaza: Esto vería el regreso de la Autoridad Palestina (AP), dirigida por Mahmud Abás, para controlar la Franja de Gaza asediada.

3. Una administración conjunta entre Estados Unidos, la AP, Egipto, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos: Este escenario preveía una coalición de potencias occidentales y regionales interviniendo para gobernar Gaza, representando un golpe significativo para la soberanía palestina e intentando reemplazar a HAMAS con un régimen sumiso y títere.

4. Administración liderada por la ONU: En este escenario, las Naciones Unidas asumirían el control, estableciendo un gobierno de transición similar al que se implementó en Kosovo o Timor Oriental.

5. Administración de los estados árabes: Este escenario proponía que los países árabes, particularmente Egipto, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, intervengan para gobernar Gaza.

 

Estos escenarios fueron diseñados para diluir la resistencia palestina y allanar el camino para un nuevo orden que excluiría a HAMAS e impondría una paz artificial dictada por las potencias imperialistas.

El objetivo era claro: borrar la identidad palestina, debilitar su resistencia e imponer un modelo de gobernanza alineado con los intereses sionistas y occidentales.

En enero de 2025, se hizo evidente que el escenario más temido por las potencias imperialistas se había hecho realidad: HAMAS y la Resistencia palestina han emergido victoriosos.

La supervivencia y la continua presencia de HAMAS en Gaza, a pesar del genocidio y la presión implacable de actores regionales e internacionales, significan que el pueblo palestino no cederá. Los complots de los sionistas y sus aliados imperialistas en Occidente para desmantelar la Resistencia han fracasado, y la lucha por la soberanía palestina persiste.

El escenario final, que Occidente esperaba suprimir, es un testimonio de la fuerza y resiliencia del pueblo de Gaza. La popularidad de HAMAS y su control sobre la Franja de Gaza no solo representan una victoria militar, sino un símbolo de desafío, resistencia y de la negativa a someterse a la dominación extranjera.

A pesar de la interferencia de aquellos que intentaron explotar el derramamiento de sangre para su propio beneficio político, el pueblo palestino permanece resuelto en su lucha por la libertad y la justicia.

La camaradería entre los palestinos y los combatientes de la Resistencia fue evidente el domingo, cuando los luchadores de las Brigada Al-Qassam tomaron las calles de Gaza y liberaron a tres cautivas israelíes. La multitud en el fondo los vitoreó y los aclamó por sus heroicidades.

El complot imperialista para eliminar la Resistencia en Gaza ha sido frustrado, y el resultado sirve como un recordatorio poderoso de que la lucha por una Palestina libre y soberana continuará.

El Eje de Resistencia no solo ha sobrevivido, sino que se ha fortalecido, asegurando su lugar como la piedra angular de la liberación palestina frente a una adversidad abrumadora.

* Nahid Poureisa es un analista iraní e investigador académico centrado en Asia Occidental y China.


Texto recogido de un artículo publicado en Press TV.