Según reportó el miércoles la agencia siria oficial de noticias, SANA, la llamada coalición anti-Daesh, liderada por EE.UU., envió 80 vehículos que transportan armas y suministros logísticos a sus bases militares en Al-Hasaka.
El convoy, detalló la fuente, está compuesto por camiones cisterna y contenedores con equipos militares e ingresó al territorio sirio procedente de Irak, a través del cruce fronterizo de Al-Walid.
Además, la caravana va flanqueada por varios vehículos con miembros de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), aliados cercanos de Estados Unidos.
EE.UU., bajo el pretexto de “proteger” los pozos petroleros ante las posibles invasiones de los grupos terroristas, sigue enviando suministros bélicos y logísticos a las zonas orientales y nororientales del país árabe.
De hecho, no es raro ver convoyes estadounidenses en las zonas petroleras sirias. El movimiento anterior más próximo tuvo lugar el 13 de marzo, cuando al menos 45 camiones con material logístico se dirigieron a las bases ilegales en Al-Hasaka y Deir Ezzor (este).
El oro negro de Siria ha convertido a este país en un lugar atractivo para varios países, entre ellos Estados Unidos y sus aliados. De tal manera que el crudo podría ser el factor más importante de la prolongación de la crisis que se inició en 2011.
Damasco ha puesto de relieve en diversos foros internacionales que Washington no busca acabar con los terroristas o resguardar los pozos petroleros sino lo que realmente quiere es robarse los recursos de Siria.
Asimismo, el presidente sirio, Bashar al-Asad, y otras autoridades del país levantino han denunciado reiteradas veces que la presencia militar de EE.UU. en su país es ilegal y que pronto las fuerzas armadas pondrán fin a la ocupación extranjera.
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