Israel sigue haciendo caso omiso de la resolución aprobada en septiembre de 2017 por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), en la que se le pide adherirse al Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear, ha denunciado hoy jueves el representante de Siria ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Viena (capital de Austria), Basam al-Sabaq.
En su intervención en la 62.ª Conferencia General de la AIEA, el diplomático ha condenado asimismo que el depósito de armas nucleares israelí impide formar una zona libre de armamento atómico en el Oriente Medio.
Al-Sabaq ha cuestionado además la doble moral de algunos Estados miembros de la AIEA que ignoran la amenaza que suponen las armas nucleares de Israel para la región y para el mundo.
Siria fue uno de los primeros países que se unió al Tratado de No Proliferación, (Damasco) ha estado y seguirá comprometida con los nobles propósitos y objetivos de ese tratado, el uso de la energía nuclear para fines pacíficos”, ha señalado el representante de Siria ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Viena (capital de Austria), Basam al-Sabaq.
“Siria fue uno de los primeros países que se unió al Tratado de No Proliferación, (Damasco) ha estado y seguirá comprometida con los nobles propósitos y objetivos de ese tratado, el uso de la energía nuclear para fines pacíficos”, ha resaltado el alto funcionario sirio.
En otro momento de sus declaraciones, Al-Sabaq se ha referido al ataque llevado a cabo en 2007 por el ejército israelí contra un “reactor nuclear” secreto sirio, cuya responsabilidad admitió Israel en marzo pasado tras una década de negaciones, y ha señalado que aquella acción criminal pone de manifiesto lo urgente que es la necesidad de obligar a Israel a cooperar con la AIEA.
En un artículo publicado en julio pasado, la revista estadounidense The National Interest cifró entre 80 y 300 el número de ojivas nucleares de Israel, aunque el propio régimen de Tel Aviv nunca ha revelado la cantidad de armas atómicas que posee.
Israel, el único poseedor de armas nucleares en el Oriente Medio, no ha permitido nunca inspeccionar sus centros nucleares y hace oídos sordos a los llamados internacionales a que suscriba el TNP.
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