Debido al hecho de que esta región es controlada por las bandas extremistas, no existe información fiable sobre las víctimas, la situación humanitaria y las destrucciones provocadas por los enfrentamientos, pues las cifras oscilan dependiendo de la fuente.
Sin embargo, las partes del conflicto se acusan mutuamente por la crisis: los llamados grupos ‘rebeldes’ dicen que el Gobierno de Siria, con la ayuda de Rusia, está bombardeando la mencionada zona —esta versión se refleja ampliamente en los medios occidentales—, mientras que el Ejército sirio culpa a los terroristas y sus patrocinadores por la situación.
De hecho, Damasco y Moscú insisten en que los extremistas impiden la entrega de ayuda humanitaria a los civiles o su huida mediante corredores humanitarios, atacan de vez en cuando las zonas residenciales en la capital siria, Damasco, incitan así a la respuesta de las fuerzas sirias, y perturban todo esfuerzo en pro del diálogo.
zss/ctl/snr/hnb