“Llamamos a Rusia a retirar sus tropas de Osetia del Sur y Abjasia”, dijo el miércoles el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, a los medios tras una reunión con el primer ministro de Georgia, Mamuka Bajtadze.
El máximo mando de la OTAN reiteró que la Alianza Atlántica apoya la soberanía e integridad territorial del país euroasiático como “una nación soberana e independiente y Georgia tiene derecho a decidir su propio camino, incluido el tipo de medidas de seguridad de las que Georgia quiere formar parte”, subrayó.
Con esta afirmación, Stoltenberg hacía referencia a la pretensión de Tiflis de convertirse en otro miembro de la OTAN. Una iniciativa que Moscú ve con recelo, ya que permitiría la acumulación de tropas de esta alianza militar al sur de las fronteras rusas, tal como se observa actualmente en el flanco occidental que da al territorio ruso.
Llamamos a Rusia a retirar sus tropas de Osetia del Sur y Abjasia”, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Para rebajar las tensiones, Bajtadze subrayó que la membresía georgiana en la OTAN no está dirigida contra alguien y que simplemente busca que la región “sea más sólida, más predecible y más segura”.
Abjasia y Osetia del Sur, antiguos territorios georgianos, proclamaron su secesión de Tiflis poco antes de la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
El 8 de agosto de 2008, Georgia invadió Osetia del Sur y atacó con artillería pesada la capital Tsjinvali —entonces bajo la protección de las fuerzas de paz rusas— y otros poblados. Hecho que llevó a Rusia enviar sus tropas y tras cinco días de hostilidades expulsó a los militares georgianos de la referida república.
A finales de agosto del mismo año, Moscú reconoció la independencia de ambas antiguas autonomías georgianas; una acción que desembocó en el aumento de las tensiones entre Moscú y la Unión Europea (UE). En respuesta, Tiflis rompió las relaciones diplomáticas con Rusia.
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