Mediante una operación llevada a cabo por los agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB) en la región rusa de Krasnoyarsk, situada en el centro de Rusia, han sido arrestados 11 miembros de una célula de extremistas que enrolaban a personas para combatir en el extranjero, según han informado este lunes los medios locales haciendo eco de un comunicado del ente.
Dos de los once detenidos se habían desplazado desde Kirguistán a Krasnoyarsk, detalla la nota para luego señalar que este grupo organizó un canal de traslado de extremistas a Siria y Afganistán para integrarse a grupos terroristas.
La entidad rusa apunta a que el líder de la referida célula había establecido contacto telefónico con los miembros de una organización internacional terrorista en el exterior, conforme relatan los textos informativos.
De acuerdo con el FSB, esta persona reclutaba a sus compatriotas que trabajaban en la región para sumarse a las filas terroristas y les ayudaba a trasladarse a las zonas controladas por organizaciones terroristas.
Esta banda criminal promovía el enaltecimiento del terrorismo por medio de vídeos de uno de sus líderes radicales en comedores y lugares de residencia, recoge el despacho del FSB que además indica que durante los registros de este cuerpo de seguridad ruso se halló y requisó literatura de contenido de extrema violencia.
Desde el estallido de la crisis en Siria en septiembre de 2015, Moscú ha estado dando asistencia a Damasco en su lucha contra el terrorismo, bajo expresa petición del presidente sirio, Bashar al-Asad.
Por este motivo, la banda ultraviolenta EIIL (Daesh, en árabe), que ha sufrido duros golpes por la campaña antiterrorista rusa, ha instado a sus miembros y simpatizantes a lanzar una guerra total contra Rusia y a cualquier otra nación que siga los ejemplo del Kremlin.
En abril de 2017, logró perpetrar un atentando en una estación del metro de San Petersburgo, incidente en el que decenas de personas perdieron la vida.
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