La institución militar rusa ha informado este martes en un comunicado que, en los últimos tres días, se han registrado dos ataques de las fuerzas ucranianas con armas occidentales contra objetivos ubicados en la región rusa de Kursk.
El mensaje especifica que, el 23 de noviembre, en las proximidades de Lotarevka, el ejército ucraniano disparó cinco misiles estadounidenses ATACMS hacia la división de misiles antiaéreos rusos S-400. Dos de los misiles impactaron el objetivo, mientras que el resto fue interceptado y destruido antes de llegar a su destino.
En la región rusa de Kursk, el 25 de noviembre, tropas ucranianas lanzaron un ataque al aeródromo de Vostochny mediante el uso de misiles ATACMS. De los ocho objetivos, siete fueron destruidos, pero uno alcanzó su objetivo. Debido a la caída de fragmentos de cohetes, dos soldados sufrieron heridas leves, agrega la nota.
“El Ministerio de Defensa sigue teniendo el control de la situación y se están preparando acciones de represalia”, reza el comunicado.
El presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó en septiembre que si Ucrania llegaba a atacar las profundidades del territorio ruso con misiles de largo alcance occidentales, eso significaría que los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) estarían en guerra con Rusia.
El 17 de noviembre, medios occidentales informaron que el presidente estadounidense, Joe Biden dio luz verde a Ucrania para que lanzace ataques con misiles de largo alcance contra Kursk. Desde que recibió los Storm Shadow y ATACMS, Kiev ha atacado con dichas armas en reiteradas ocasiones la península rusa de Crimea, así como las cuatro nuevas regiones rusas de Donetsk y Lugansk, Jersón y Zaporozhie.
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