El mandatario ruso, por su parte, ha tachado de “preocupantes” los bombardeos lanzados por el Ejército ucraniano que han causado múltiples muertos en las zonas orientales del país (en las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk).
Durante la conversación, el mandatario galo y la canciller subrayaron que las partes involucradas en la crisis de Ucrania deben avanzar rápidamente en la puesta en marcha del conjunto de medidas obtenidas en Minsk, capital de Bielorrusia, el pasado 12 de febrero.
También, Hollande y Merkel destacaron el papel clave de la Oficina de Instituciones Democráticas y de Derechos Humanos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), en la supervisión de las próximas elecciones en Donetsk y Lugansk.
Asimismo, los representantes de París y Berlín pusieron mayor hincapié en que la OSCE debe tener un acceso abierto a todas las zonas controladas por los independentistas.
Luego de urgir a Moscú y Kiev a respetar el cese el fuego y retirar sus armas pesadas de las regiones del conflicto, Hollande y Merkel calificaron de “necesario” el restablecimiento de los lazos económicos entre las zonas administradas por los independentistas y el resto del territorio ucraniano que está bajo el control del Gobierno de Kiev.
Las relaciones de Rusia con el Occidente se han deteriorado en gran medida desde el fin de la Guerra Fría, aparentemente, por la crisis de Ucrania.
EE.UU. y sus aliados europeos han impuesto varias rondas de sanciones unilaterales contra el Kremlin, bajo el pretexto de que apoya a los combatientes independentistas en el este de Ucrania.
Kiev, con la ayuda de Washington, lanzó varias operaciones militares para aplastar a los independientes, que dejaron numerosos civiles muertos.
Entre las violaciones del alto el fuego, el Ejército ucraniano mató el miércoles a al menos tres civiles, entre ellos una niña de 11 años de edad, tras disparar el martes un proyectil contra una región residencial en regiones orientales.
Según las recientes cifras divulgadas por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACDH), al menos 6116 personas han muerto y 15.474 han resultado heridas desde abril de 2014 en el este de Ucrania.
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