“El mundo está cansado de las interminables amenazas contra Irán”, dijo el miércoles en una reunión informativa la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, en referencia a las reiteradas intimidaciones de EE. UU. sobre lanzar ataques militares contra la nación persa si fracasa la diplomacia.
Además del tono amenazante de Washington en materia militar, la Casa Blanca volvió a anunciar sanciones el miércoles, a menos de una semana de las conversaciones en Omán, a cinco entidades y un individuo en Irán por su supuesto apoyo al programa de energía nuclear iraní, siguiendo la línea de imponer la política de máxima presión sobre la República Islámica.
En tal sentido la vocera de la Cancillería rusa dijo en referencia a las amenazas del presidente estadounidense de atacar las instalaciones nucleares de Irán si no se llega a un acuerdo, que “esta fatiga va acompañada de una falta de comprensión de por qué esta cuestión, aunque ya ha encontrado una solución diplomática formalizada legalmente, se considera constantemente un pretexto para una posible agresión”.
Zajárova dijo que bombardear Irán no conducirá a la paz y expresó su esperanza de que las próximas conversaciones ayuden a evitar una crisis, mientras remarcó que también existe una creciente comprensión de que los bombardeos no allanarán el camino hacia la paz. Se exigen soluciones de negociación efectivas que permitan alejar la situación de la línea de peligro.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia también criticó el enfoque occidental hacia el programa de energía nuclear de Irán, cuestionando si realmente buscan una solución a la disputa de larga data, pues observó que el comportamiento de los países de Occidente hasta ahora hace dudar de su deseo genuino de resolver el asunto”.
Mientras expresó su esperanza en una conversación constructiva y reflexiva que evite una crisis, la funcionaria del país eslavo afirmó que Teherán no puede ser considerado responsable de las consecuencias de “las acciones ilegales de quienes, por su miopía y sus pronósticos erróneos, socavaron los acuerdos”.
Durante la primera presidencia de Trump en 2018, Estados Unidos se retiró unilateralmente del Plan de Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), un acuerdo que limitaba las actividades nucleares de Irán, permitía más inspecciones y aliviaba las sanciones contra el país.
Tras su regreso a la casa Blanca, el mandatario solicitó negociaciones a Teherán en marzo pasado, sin embargo, no ha abandonado la retórica amenazante contra el país persa, y también ha firmado órdenes ejecutivas para ratificar la política de máxima presión y sanciones.
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