Por medio de un comunicado divulgado este jueves por la cadena catarí Al Jazeera, el Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos (Euro-Med) denuncia que en nombre de la migración voluntaria y a la sombra del silencio de la comunidad internacional, el (régimen) israelí está cometiendo el crimen de desplazar por la fuerza a los palestinos que viven en Gaza.
“La superioridad del poder militar y el fracaso de la comunidad internacional en cumplir con sus obligaciones han llevado al régimen israelí a calificar el crimen del desplazamiento masivo de palestinos de migración voluntaria”, subraya.
El organismo precisa que la responsabilidad de la comunidad internacional ya no se limita a oponerse al desplazamiento forzado, sino que debe tomar medidas efectivas e inmediatas para garantizar que cese este crimen.
Al respecto, enfatiza que el desplazamiento forzado no sólo significa el uso de la fuerza militar para expulsar a las personas de sus lugares de residencia, sino que también incluye la creación de un entorno que les imposibilita seguir allí o supone una amenaza para su vida y su honor.
La organización pro derechos humanos remarca que este espacio no se formó como resultado de un desastre natural, sino que fue creado deliberadamente por el régimen israelí como una herramienta de presión opresiva para obligar a los residentes de Gaza a abandonar la zona.
“Abusar de la situación impuesta y presentarla como una solución voluntaria a la migración es una clara distorsión de la verdad y un debilitamiento de los pilares jurídicos del sistema internacional”, recalca.
Rami Abdu, presidente y fundador de Euro-Med, había revelado previamente la preocupante cooperación de la embajada de Francia en Al-Quds (Jerusalén) con el ejército israelí para implementar un plan organizado destinado a “evacuar a la elite científica y cultural de Gaza”.
Destacó que la operación de evacuación incluye principalmente a doctores, médicos, ingenieros, historiadores y expertos en los campos de la cultura y las antigüedades.
Abdu avisó que el miércoles se llevaría a cabo otra operación de traslado totalmente en secreto, en completo silencio mediático y con el apoyo directo del ejército israelí.
Más de 51 300 palestinos han muerto como resultado del genocidio israelí en Gaza, y de ellos al menos 1800 han perdido la vida desde que Israel retomó los combates el 18 de marzo, rompiendo unilateralmente la tregua en vigor desde mediados de enero.
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