“Creemos que el Gobierno iraquí debe tomar la iniciativa de enviar fuerzas militares regulares en coordinación con el Gobierno sirio, ya que estos grupos representan una amenaza para la seguridad nacional de Irak y la región”, dijo un portavoz del Movimiento de Resistencia Islámica de Irak (Kataib Hezbolá) en un comunicado emitido el lunes.
Los grupos a los que refiere el vocero son los que, liderados por la banda Hayat Tahrir al-Sham (HTS, anteriormente conocido como Frente al-Nusra), lanzaron el miércoles una ofensiva sorpresa en al menos una docena de ciudades y pueblos controlados por el Gobierno sirio en las provincias norteñas de Alepo, Idlib y Hama y se apoderaron de algunos puntos estratégicos.
Kataib Hezbolá subraya que “está monitoreando de cerca la agresión criminal contra el pueblo sirio”, si bien todavía no ha decidido enviar a sus combatientes al país levantino.
Por su parte, el líder de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Faleh al-Fayaz, advirtió de que “lo que sucede en Siria tiene implicaciones directas para la seguridad nacional de Irak”.
Al-Fayaz condenó las agresiones israelíes contra Siria y advirtió de que el régimen sionista “busca liderar la región a través del conflicto y las armas”.
“El Ejército sirio ha sufrido ataques de la entidad sionista, una guerra prolongada, sanciones y diversas agendas en Siria”, denunció el dirigente de Al-Hashad Al-Shabi.
El frente de Resistencia, a su vez, ha extendido su solidaridad al Ejército sirio y que está listo a apoyarle. En esta línea, el movimiento iraquí Hezbolá Al-Nuyaba —que luchó junto a los Ejércitos de Irak y Siria contra el terrorismo durante los últimos años— ha informado del eventual regreso de sus combatientes en Siria para aplastar a HTS y las facciones aliadas.
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