La escalada de violencia en Siria ha generado una ola de condenas internacionales, siendo el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el primero en reaccionar. En una reunión para abordar los hechos ocurridos en Asia Occidental, el representante de Rusia, al denunciar el intercambio de fuego con los terroristas takfiríes, llamó la atención de Estados Unidos, quienes, en mayor o menor medida, apoyan a los rebeldes.
Otros países, como Irán, también denunciaron el doble rasero de Washington respecto a la escalada. Dejaron claro que la guerra en Siria tendrá consecuencias devastadoras a nivel global, al tiempo que reafirmaron su apoyo a Damasco.
Las reacciones no se limitaron al organismo. La población siria también reaccionó a la situación en curso.
Mientras, el ejército sirio intensifica su ofensiva contra los terroristas, destruyendo grandes depósitos de armas y causando centenares de muertos y heridos en las filas de los takfiríes, especialmente en el norte del país, Idlib y Hama, los ciudadanos sirios reiteran que cualquiera que pase por su tierra abandonará su patria.
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