El Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) reducirá el número de sus soldados desplegados en Irak y solo permanecerán unos 3500, han dicho funcionarios norteamericanos, citados el viernes por el diario local The Wall Street Journal (WSJ).
Se prevé que los altos mandos estadounidenses ordenen el regreso de sus fuerzas en los próximos dos o tres meses, según la agencia británica de noticias Reuters.
Ahora, las propias fuerzas iraquíes son capaces de continuar la lucha contra los terroristas, han afirmado integrantes de la “coalición” contra el grupo terrorista Daesh al referido medio británico.
Hasta el momento, el Pentágono no se ha pronunciado, pese a las solicitudes hechas por la prensa al respecto.
La indignación del pueblo iraquí se intensifica ante la prolongada presencia militar de Estados Unidos en su país, en particular después de que el Parlamento del país árabe aprobó en enero la expulsión total de las tropas norteamericanas, tras el asesinato del comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, en un atentado en Bagdad (la capital iraquí), ordenado por el presidente estadounidense, Donald Trump.
El referido ataque también acabó con la vida del subcomandante de las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) de Irak, Abu Mahdi al-Muhandis, y otros de sus compañeros.
Las fuerzas iraquíes alertan que, si las tropas norteamericanas no se marchan, “atacarán los intereses” de EE.UU. en Irak, ya que su prioridad, tal y como han enfatizado, es expulsar a los ocupantes.
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